Reaparecen los diablos en Alangasí

PERSONAJE. Los diablos de Alangasí visten trajes en rojo y negro y su tarea es hacer asustar. (Foto: Archivo de La Hora)
PERSONAJE. Los diablos de Alangasí visten trajes en rojo y negro y su tarea es hacer asustar. (Foto: Archivo de La Hora)
INVITADOS. Los diablos de hojalata llevan una máscara de lata, atuendos co-loridos y prefieren bailar a asustar. (Foto: Archivo de La Hora)
INVITADOS. Los diablos de hojalata llevan una máscara de lata, atuendos co-loridos y prefieren bailar a asustar. (Foto: Archivo de La Hora)

Aunque no es la época habitual en la que actúan, estos personajes se juntarán para exhibir su hito cultural.

120 diablos de La Merced y Alangasí, más los invitados de Píllaro y Riobamba desfilarán el próximo domingo en Alangasí, en el marco del primer encuentro de manifestaciones culturales ‘Los diablos’, impulsado por la administración municipal del Valle de Los Chillos, del Distrito Metropolitano de Quito.

Este evento tiene como objetivo fomentar el intercambio e interacción de personajes que representan al diablo en los distintos sectores del país.

La reunión será en esta parroquia ubicada en el sureste de la capital, donde los diablos vestidos de rojo y negro y tapando sus rostros volverán a escena para recordar que ellos simbolizan la maldad.

Personajes de Semana Santa
Los diablos de Alangasí y La Merced, en el Valle de Los Chillos, aparecen cada año durante las actividades religiosas que se realizan en Semana Santa.

Tomás Cuichán, coordinador de estos diablos, cuenta que se efectuará un desfile que saldrá a las 11:00 desde el barrio Jerusalem, tomará la calle Simón Bolívar y llegará al parque central, donde habrá representaciones de lo que los diablos hacen en las fechas en los que están presentes.

“Somos los diablos de Semana Santa, personificamos el mal (alcohol, drogas, corrupción…), vestimos atuendos tenebrosos. Llevamos máscaras, un tridente y el capataz tiene alas”, señaló Cuichán, quien apoya la iniciativa municipal “porque de esa manera se conocerá a estos pueblos ricos en tradiciones y costumbres heredadas de sus ancestros”.

Herencia en La Merced
Los diablos de esta parroquia hacen teatralizaciones iguales a las que se registran en Alangasí, también en Semana Santa. “Es una herencia”, dice César Simbaña, porque hace muchos años La Merced, que era una hacienda, formó parte de Alangasí hasta el 4 de mayo de 1964, en que se la ascendió a parroquia.

Los trajes de los diablos de La Merced es creación e inventiva de cada participante. Destacan los colores rojo y negro, también tienen caretas. Se los ve en diferentes momentos de las celebraciones religiosas de Semana Santa y su función es asustar a las personas, porque son el mal. (CM)

En Píllaro
° La diablada de Píllaro se lleva a cabo entre el primero y el 6 de enero de cada año en esa población de Tungurahua.

Ellos visten atuendos especiales en rojo y negro. Tienen un pantaloncillo rojo, que va hasta la rodilla, con flequillos dorados a los filos, la blusa o capa roja con filos bordados y flecos dorados, las medias rojas y zapatillas. Tienen máscaras con cuernos y dientes de diferentes animales.

Según cuenta la historia, en épocas coloniales los indígenas se disfrazaban de diablos en repudio a las prédicas sacerdotales y al maltrato físico, sicológico, económico y moral que recibían de los españoles.

Los de hojalata
° Vienen desde Riobamba, son diablos buenos que desde la Navidad hasta los primeros días de enero participan en el Pase del Niño. Ellos bailan junto a los payasos, los curiquingues y los sacharunas, que representan la interculturalidad de esta conmemoración religiosa.

Eduardo Yumisaca, un diablo de lata, cuenta que el personaje es originario de la parroquia Yaruquíes, en Riobamba, donde bailaba tradicionalmente en el Corpus Christi. Aquí la población indígena agradece a la Madre Tierra por las cosechas.

Su presencia fue decreciendo en esos acontecimientos, pero reapareció en el barrio Santa Rosa, tierra de hojalateros, para adorar y acompañar a la imagen divina.