Correa no es imprescindible

Por más intentos que hubo en la década porque existiese un partido único, la vida política de Ecuador no puede reducirse hoy a los retortijones de Alianza PAIS. Los espacios del Ejecutivo, del Legislativo y de otras instancias caminan al biorritmo de un oficialismo bicéfalo que pugna por detentar para sí el letrero de la organización.

Entre tanto, mucho daño hace al país el ping-pong en el cual están inscritos con fruición el presidente Moreno y su antecesor, de quien se ha anunciado su retorno para estos días. La estrategia de afianzar un liderazgo con base en la contradicción dejó, 10 años después, un Ecuador fracturado. ¿Eso quiere el Primer Mandatario? ¿Cabe seguir sobredimensionando las diatribas de Rafael Correa? En la ‘coloquialidad’ popular hay mucha sabiduría cuando se dice que el ‘muerto’ se hace más pesado cuando lo cargan…

El Presidente debe afianzar su liderazgo frente a desafíos claros como la reactivación económica, la lucha contra la impunidad en los casos de violencia sexual o en el combate a la corrupción. En ese contexto, la figura de Rafael Correa no es imprescindible para que el actual mandatario mida su talla de estadista.

El país reclama a un Lenín Moreno determinado a una transición democrática cierta. Sus esfuerzos deben concentrarse en recuperar la institucionalidad, la confianza en los sectores productivos, la certidumbre jurídica y la reconciliación nacional. Así su Gobierno puede blindarse frente a cualquier tentación desestabilizadora, venga desde un ático o desde algún nuevo recinto de poderes fácticos.


El único autógrafo digno de un hombre es el que deja escrito con sus obras”. José Martí Político y escritor cubano (1853-1895)Obra de modo que merezcas a tu propio juicio y a juicio de los demás la eternidad”. Miguel de Unamuno Filósofo y escritor español (1864-1936)