‘DACA’ y el sueño perdido

LUIS COELLO KUON YENG

En el año 2012, la administración de expresidente de los Estados Unidos, Barack Obama, creó la denominada ‘Acción Diferida para los Llegados en la Infancia’ (DACA), iniciativa que permitía dar a aquellos inmigrantes que llegaron a suelo americano siendo menores de 16 años de padres irregulares, el estatus de permanencia en EE.UU, de trabajo y les permitía estudiar, incluso, ser beneficiarios de becas otorgadas por instituciones estatales, municipales y diversas ONGs. De este grupo considerado cercano al millón de inmigrantes de diversas nacionalidades de todo el mundo, hay un porcentaje del 10% que, según encuestas, desean convertirse en médicos u otras profesiones relacionadas con el campo de la salud.

Pero esta oportunidad, este sueño de los llamados ‘dreamers’ o soñadores en español, con la llegada al poder de Donald Trump pasó a convertirse en una pesadilla, que llegó a su clímax cuando el mandatario republicano firmó el decreto anulando el DACA. Irremediablemente miles de jóvenes que han crecido como norteamericanos tendrán que retornar a sus países de origen y abandonar sus sueños y anhelos, porque sin este estatus y sin ciudadanía norteamericana, prácticamente se los consideraría inmigrantes ilegales. En la revista The New England Joumal Medicine, de noviembre del año en curso, los doctores Debra Weinstein y Fildencio Saldaña, enviaron una carta al editor en jefe de esta prestigiosa revista médica, titulada: ‘DACA y el sueño de convertirse en médico’.

En ella reflexionan acerca de cómo, a través de una abolición ejecutiva se deja sin funciones a la iniciativa y se provoca que las aspiraciones de muchos jóvenes se trunquen impidiéndoles luchar por cumplir deseos de superación para luego servir profesionalmente en todo el territorio americano y/o quizás en otros países ya sea de forma directa o indirectamente en el campo investigativo en la creación de nuevos medicamentos, vacunas, biológicos para el tratamiento, prevención y cura de diversas enfermedades. En esta misma revista, los doctores Atheendar Venkataramani y Alexander Tsai publicaron un editorial titulado: ‘Sueños diferidos’-Las consecuencia en la salud pública de rescindir el DACA.

Ellos aseveran que “el programa DACA refleja de muchas maneras el sueño americano, personas que vinieron a los EE.UU desde pequeños a perseguir su sueño. El DACA nunca tuvo la intención de ser un programa de atención de salud pública, pero sus consecuencias a nivel de la salud mental han sido significativas y rivalizan con políticas sociales y de salud a gran escala en la historia reciente. Rescindir el DACA representa una amenaza a la salud mental pública y es humanitariamente imperativo que los que ofertan salud tomen un rol activo contra esta amenaza”.

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