Los abogados del Vicepresidente y su tío también se sienten victoriosos. La etapa de prueba durará algunos días más.
Luego de tres días de juicio por asociación ilícita en la trama de corrupción de Odebrecht, el fiscal general, Carlos Baca Mancheno, aseguró que los peritos y testigos que hasta el momento se han presentado por pedido suyo han reforzado su acusación. “La presentación de la prueba continuará durante los próximos días… en forma detallada y precisa, y por eso, es una audiencia que se va a extender durante varios días”, dijo el Fiscal.
Aclaración que refleja un juicio que avanza lento. Al estar en etapa de prueba, la característica de estos días ha sido principalmente la presentación de la materialización de la información contenida en varios ‘pen drives’ incautados durante la investigación, interrogatorios y contrainterrogatorios, objeciones a, llamados de atención de parte del juez, algunos abogados que se han tomado hasta casi una hora en el contrainterrogatorio pidiendo a los peritos que informen si los nombres de sus clientes constan en determinada información.
Desde el viernes hasta la tarde de ayer habían comparecido 23 testigos, incluyendo peritos, de los 79 previstos; es decir, menos del 30%.
Entre los nueve procesados que asisten a esta audiencia, están el vicepresidente, Jorge Glas, y su tío Ricardo Rivera. Eduardo Franco Loor, abogado del segundo mandatario, evalúa como positivas para su cliente estas jornadas. “Hasta ahora estamos victoriosos”, asegura. Cree que la Fiscalía no ha presentado ninguna prueba que responsabilice penalmente a Glas, que el resto de procesados no lo ha acusado y que en la información exhibida por los peritos no consta el nombre de Jorge Glas ni la sigla JG.
¿Todos felices?
Sin embargo, para el acusador particular, César Montúfar, hasta el momento han quedado confirmados tres elementos: que hubo asociación ilícita, que Glas tuvo relación directa con personeros de Odebrecht para delinquir y que Rivera actuó como intermediario de Glas en su relación con la constructora brasileña.
El Dato
La audiencia continuaba hasta el cierre de esta edición.
“Evidentemente no fue Glas quien estuvo directamente pidiendo coimas, pero Rivera, actuando como tío del Vicepresidente, se relacionó con el señor José Santos (exdirectivo de Odebrecht) para pedir coimas”, manifestó Montúfar.
Lo que es rechazado por Aníbal Quinde, abogado de Rivera, quien coincide con Franco Loor al afirmar que lo presentado por la Fiscalía no establece la existencia de asociación ilícita.
La Fiscalía trató de enunciar ayer las conexiones que, según su investigación, existen entre los diferentes procesados y las presuntas obras objeto de coimas. Tatiana Celi, de la Unidad de Análisis Financiero, presentó el reporte de movimientos financieros de los procesados José Rubén Terán, Ramiro Carrillo y Édgar Arias. Y de las empresas Diacelec y Equitransa.
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procesados comparecen en esta diligencia.Mientras que a través del testimonio de Wladimir Sper, de la empresa Vladmau, que realizaba trabajos en la refinería de Esmeraldas, se establecería la conexión entre el empresario Gustavo Massuh y Ramiro Carrillo, exgerente de Transporte de Petroecuador, los dos últimos procesados.
Sper aseguró que Massuh le solicitó que le facilitara una factura de su empresa por 80.000 dólares a favor de Carrillo, pagados con fondos propios de Vladmau, por servicios jamás realizados por parte de Carrillo. (HCR)
Multado otro abogado
Julio César Sarango, abogado del acusador particular César Montúfar, fue multado por el juez Édgar Flores. En una de sus intervenciones, Sarango golpeó la mesa con el libro que tenía en sus manos. Flores le advirtió que se controle. “Aquí no me va a hacer ese tipo de ademanes”. Sarango ofreció disculpas pero dijo que así acostumbraba a expresarse y siguió cuestionando un pedido de un abogado de los procesados. Flores le dijo que hiciera silencio, pero como no acató de inmediato, el Juez intervino: “Queda multado”. Se une así a los ya sancionados el sábado: Eduardo Franco Loor y Aníbal Quinde, abogados de Jorge Glas y Ricardo Rivera, respectivamente.
Flores advirtió con tomar similar medida con otros dos abogados por no acatar sus órdenes. Todo surtió efecto, porque a partir de ese momento los abogados bajaron el tono y aceptaron sin replicar sus decisiones.