Angel P. Chaves Alvarez
En el fútbol, un cambio en el equipo puede tener distintas connotaciones; si se pretende reforzar la defensa o potenciar el ataque, los cambios deben responder a ello e implican también una modificación de la estrategia de juego; en algunos casos, se cambia un jugador por otro de la misma posición, simplemente para refrescar las líneas.
Hace pocos días, el presidente Moreno realizó el cambio de tres funcionarios de alto nivel de su equipo económico; al mismo tiempo, realizó algunas modificaciones al proyecto de ley denominado para la reactivación económica remitido por el ejecutivo con carácter urgente, que parece respondían a la insatisfacción manifestada por algunos dirigentes empresariales sobre el alcance de algunas disposiciones del proyecto original. Esto, ¿podría permitir considerar que el cambio no es solamente superficial?.
En los siguientes días, la Asamblea decidirá sobre el proyecto de ley remitido por el ejecutivo y, a nuestro juicio, es la oportunidad para advertir no solamente la verdadera intención del gobierno, sino además, si existe o no la posibilidad de aprobar otras reformas legales que resulten indispensables para reorientar la política económica del Ecuador.
Si la mayoría legislativa, alineada o no con Alianza País, mantiene la posición de apoyo al esquema aplicado por el correato, existen pocas esperanzas de que algo pueda cambiar, pues tendremos más de lo mismo: más impuestos, más deuda y más gasto. Al contrario, si se lograse consolidar una mayoría legislativa que coincida con una política orientada a generar un ambiente propicio para la inversión y la producción de bienes y servicios, podríamos esperar un rumbo distinto de la política económica nacional.
De ahí que resulta especialmente expectante la votación en este caso; solamente allí podremos saber si el cambio en el equipo fue superficial o realmente se busca la posibilidad de uno auténtico y profundo.