Soberania alimentaria

LUIS REINOSO GARZÓN

La agroecología campesina es la única que puede alimentar a la humanidad y enfriar el planeta, así lo considera la Cumbre Climática de los pueblos, reunida a partir del 3 de noviembre del 2017, a la que concurrieron miles de delegados y activistas de todo el mundo, en Bonn Alemania.

Al inicio se afirmó que solo en este año se han registrado varios desastres debido a la acentuación de los impactos causados por el Cambio Climático cuya magnitud e intensidad no tiene precedentes: huracanes, inundaciones, tormentas tropicales, sequías, olas de calor y otras formas de desastres, en donde los más afectados fueron campesinos a nivel mundial, los pobres, los trabajadores rurales, los pescadores, los pueblos indígenas.

La humanidad se encuentra en una encrucijada, por cuanto muchas personas han sido forzadas a migrar dejando tras su hogar su familia, el camino que escogerán determinará su propia supervivencia; estamos produciendo residuos nucleares que no vamos a poder eliminar por un millón de años; estamos reorientando el clima del planeta hacia un estado que existía hace millones de años. Nuestras acciones tienen consecuencias no solo para nuestra generación sino también para futuras generaciones que nada tuvieron que ver con la crisis climática; para la gente del campo el cambio de clima es cuestión de supervivencia.

Ante esto, los gobiernos del mundo responden con falsas soluciones destinadas a mantener los negocios como de costumbre, es decir: preservar y extender los mercados de las corporaciones transnacionales en donde las falsas soluciones consisten en la captura y el almacenamiento del carbono, la creación de mercados del carbono, la llamada agricultura climáticamente inteligente, la reducción de las emisiones debidas a la deforestación y la geo ingeniería que degradan aún más.