Jóvenes de Ecuador claman por apoyo para emprendimientos en el campo

FORO. En el Congope analizaron su situación. En este lugar también se muestran los productos de los jóvenes emprendedores. (Foto: Congope)
FORO. En el Congope analizaron su situación. En este lugar también se muestran los productos de los jóvenes emprendedores. (Foto: Congope)

Generar iniciativas públicas con una mirada desde lo rural relacionadas con creación de empleo o apoyo a emprendimiento para jóvenes es el pedido que hacen al Gobierno y la Asamblea Fausto Proaño, de 24 años, y Edison Quishpe, de 36.

Desde hace cinco años, Quish-pe se dedica a la producción de licor de agave (que se deriva de la fermentación de las plantas de cabuya) en Cayambe (Pichincha) y afronta problemas para comercializar la bebida.

“Como el agave no es reconocido todavía por ningún estamento o por ninguna normativa, por más que haya sido un cultivo milenario que se lo conserva en forma tradicional, no podemos tener, por ejemplo, los beneficios de la Ley del Artesano” para vender el producto, indicó.

Señaló que quienes se dedican a esta actividad han sido ubicados en la categoría de micro, pequeñas y medianas empresas, a pesar de que no cuentan con la infraestructura ni la inversión para ser considerados como tal.

Mientras, aquellos que se dedican a la producción de cerveza artesanal sí han sido reconocidos como artesanos, pese a que su tradición no es antigua como el uso del agave, en aplicación de ese cuerpo legal que fue aprobado por la Asamblea anterior.

En cambio, Proaño, quien es productor de uvilla en Otavalo (Imbabura), apuntó que otro problema que afrontan quienes deciden no abandonar el campo es una serie de “trámites” para salir adelante con sus iniciativas.

A su juicio, hace falta establecer coordinaciones interinstitucionales de fomento al emprendimiento de jóvenes rurales, e incorporarlos en programas públicos ya existentes de desarrollo rural o de emprendedores.

Acciones

Sus demandas las dieron a conocer el jueves en una reunión con funcionarios del Gobierno y organizaciones de la sociedad civil que los apoyan, durante un foro en el auditorio del Consorcio de Consejos Provinciales (Congope).

Janeth Cifuentes, directora de Fomento Productivo del organismo, habló de que algunas prefecturas los apoyan con ferias o ruedas de negocios, pero concordó en que falta una guía práctica de cómo formar un emprendimiento y compartir información.

Eugenia Quingaisa, investigadora del Centro Latinoamericano para el Desarrollo Rural (Rimisp), recordó que otro de los principales problemas es la falta de acceso a la educación técnica.

“Los jóvenes, cuando terminan el colegio, desean acceder a universidades privadas, sin embargo, muchas veces se les dificulta en vista de que no tienen el puntaje mínimo requerido para poder ingresar a las universidades públicas”, indicó.

Desde esta organización no gubernamental se plantea priorizar la educación rural, con contenidos y metodologías pertinentes a las demandas del desarrollo y las transformaciones de los territorios rurales.

Además, restablecer la educación técnica en el medio rural, tanto en especialidades agropecuarias como no agropecuarias. Y certificar la experiencia laboral en actividades rurales para elevar el nivel de cualificación de los jóvenes y su inserción laboral.

Los chicos de la ruralidad están a la espera de que el ofrecimiento del Gobierno de crear institutos técnicos y tecnológicos para aumentar la cobertura de la educación superior se concrete. Por lo pronto, alistan la creación de una red de emprendimiento juvenil para apoyarse entre sí. (RVD)

El contexto

° En las zonas rurales los índices de desempleo y empleo inadecuado son significativamente más altos.

De acuerdo con una investigación de Rimisp, el 75,4% de los jóvenes en el área rural tienen empleo inadecuado y el 10% están en el desempleo.

Agrega que el 63,6% de los jóvenes rurales se encuentra bajo la línea de pobreza de necesidades básicas insatisfechas.

Y que el 50,5% de los hombres jóvenes rurales ha completado la educación básica, mientras solo el 37% de los hombres jóvenes rurales ha completado el bachillerato.