González Suárez… 100 años

POR: Rocío Erazo Benavides

Este 01 de diciembre se conmemoró el aniversario de la muerte de Federico González Suárez, uno de los ecuatorianos más distinguidos de toda nuestra historia, un eclesiástico, historiador, político activo, comentarista de arte, profesor y un gran arqueólogo.

En sus primeros pasos fue elegido Diputado por la provincia del Azuay; fue Obispo de Ibarra de 1895 a 1905, dejando una huella profunda en nuestra provincia, y con la frontalidad que lo caracterizó no tuvo reparos para participar en política y combatir con su gran talento y habilidad la dictadura instaurada por el Gral. Ignacio de Veintimilla.

Es el autor de la “Historia General de la República del Ecuador”, obra que se constituye en uno de los tratados más importantes de finales del siglo XIX e inicios del siglo XX y que abarca desde el período aborigen hasta el final de la Colonia. En su obra arqueológica titulada “Los orígenes del Imbabura al Carchi”, muestra su aporte como el primer arqueólogo en Ecuador que publicó el Atlas Arqueológico. Fundó la Sociedad Ecuatoriana de Estudios Históricos Americanos que luego fue la Academia Nacional de Historia.

Su alumno fue Monseñor Leonidas Proaño. En el país tenemos monumentos, calles, e inclusive una de nuestras parroquias en Imbabura lleva su nombre. En 1906 fue nombrado Arzobispo de Quito. Al ser un hombre de sano y riguroso criterio moral, Federico González no vaciló en fustigar las costumbres eclesiásticas que no estaban de acuerdo con la rectitud debida. Obras así también como “Hermosura de la naturaleza y sentimiento estético de ella”, “La poesía en América y memorias íntimas” y un sin número más, son sus valiosísimos aportes.

González Suárez consideró a la historia como una gran lección de moral de los pueblos. Fue, además, un varón ilustre de la libertad ecuatoriana y aunque estuvo en una época de mucha agitación como fue la de la revolución liberal, supo mantenerse dignamente.

Cuanto de esa nobleza falta hoy.