¡Va porque va!

Hugo Romo

Los asambleístas de Alianza País han descubierto una verdadera mina de oro, el voto de mayoría. Con él pueden hacer lo que se les antoja, por ejemplo, cambiar la Constitución, cuando al Ejecutivo le apetece y así blindar su retirada, evitando auditorías en el futuro. Correa las calificó como potenciales instrumentos de persecución política.

En una de las enmiendas aprobadas, la Contraloría General del Estado perdió la capacidad de realizar auditorías de gestión ¡Vaya usted a saber el origen de esos temores! El siguiente empeño, aprobar con el voto de la mayoría legislativa la Ley Orgánica de Gestión de la Identidad y Datos Civiles y dar respuesta su parcialidad, los colectivos LGBTI, que demandan el cambio de la palabra sexo por género en la cédula de identidad. Para que este cambio sea integral, los asambleístas decidieron cambiarle, de una buena vez , el nombre al Registro Civil. Ahora se llamará “Servicio Nacional de Gestión de la Identidad y Datos Civiles”

Entonces, ante la inminencia de estos cambios trascendentales, los ecuatorianos debemos aprestarnos a obtener otro Documento Nacional de Identidad (DNI), porque el partido de Gobierno considera que el actual lacera los derechos de los homosexuales. Para estos menesteres nadie se fija en gastos, pese a que el país atraviesa por graves problemas económicos. Cómo culparles, si el propio Correa advirtió que lo que estamos viviendo no era una crisis, al menos no por definición.

Asambleístas como Virgilio Hernández, devenido en verdadero filólogo, nos deleita con su definición: “género es un complejo cultural…” Ante tanta erudición deben palidecer de envidia los miembros de la Real Academia Española de la Lengua.

Fernando Navarro, experto traductor médico español nos explica lo siguiente: “El término griego geno designa tanto el género gramatical como el sexo de los seres vivos, pero no así la palabra castellana género (ni tampoco la inglesa gender, aunque actualmente se utiliza mucho, de forma incorrecta, con el sentido de sexo), que corresponde a un accidente gramatical y se aplica a las palabras, nunca a las personas”. Pero como aquí el voto manda, ¡género va porque va!