¿Fin de juegos de invierno?

Por: Rodrigo Santillán Peralbo

El temor de una posible guerra nuclear se expande por el mundo, luego de que Corea del Norte probara con éxito un misil intercontinental que, cargado con bombas atómicas, podría llegar a cualquier parte del territorio estadounidense. De inmediato, respondió Estados Unidos con el lanzamiento de misiles desde sus buques de guerra ubicados en las costas de Corea del Sur.

Con un impresionante despliegue militar, los Estados Unidos comienzan a concretar las bravatas y amenazas de Donald Trump en contra de Corea del Norte, con el propósito de intimidarla, pero al mismo tiempo ponen en peligro la realización de los Juegos Olímpicos de Invierno, programados para que se desarrollen en la ciudad de Pyeongchang, ubicada a 80 km. de la frontera con Corea del Norte, y que deberían realizarse entre el 9 y 25 de febrero del 2018, según planes del COI.

La tensión en la zona preocupa a los comités olímpicos porque para aumentar el peligro de una guerra abierta y posiblemente nuclear, el Pentágono ha desplazado al portaviones ‘USS Carl Vinson’, escoltado por tres barcos lanzamisiles: ‘USS Lake Champlain’, ‘USS Wayne E. Meyer’ y ‘USS Michael Murphy’ que refuerzan a 28.500 soldados, así como blindados, drones y varios escuadrones de aviones de combate F-16 y aviones de ataque a tierra A-10 ubicados en Corea del Sur.

Los comités olímpicos de Francia, Alemania y Austria han expresado que, si no hay plenas garantías de seguridad, sus equipos no concurrirán a los Juegos de Invierno a realizarse en Corea del Sur. A esos países, que son potencias en el deporte blanco, podrían sumarse otros comités olímpicos de Europa porque los líderes de Estados Unidos y de Corea del Norte, nada hacen para aplacar el miedo ante una probable confrontación que el mundo rechaza.

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