El cinismo no es liderazgo

AUTOR: Orlando Amores Terán

Un líder: procura el beneficio general, no beneficiarse él y sus vinculados. Es digno, jamás degrada a las personas, las estimula a avanzar, a alcanzar grandes objetivos. Discrepa con argumentos, sus criterios van formando una escuela de conducta ética. Es pulcro en el manejo de los bienes de la Nación. Es democrático, respeta la libertad de pensamiento y expresión.

Daré dos ejemplos de liderazgo: Gandhi y Perón. El primero, condujo a la India a su independencia; el segundo, habiendo asumido el mandato de una Argentina, convertida en colonia de intereses ingleses, pagó la deuda externa de su país y entregó una Argentina económica e institucionalmente fuerte. El movimiento en el que participó el innombrable, lo hicieron otros, le financiaron a través de Chávez y de las FARC, por su capacidad para mentir con cinismo, lo que lo hacía ver como alguien que dice verdades.

No nos engañemos, es gente de lo peor, convirtieron el país en un antro, donde todas las instituciones están cooptadas por familias, no existe división de funciones, la imbecilidad y el cinismo se convirtieron en política de Estado. Ellos sabían que lo denunciado por organismos cívicos, era verdad; sin embargo, lo negaron y persiguieron a los denunciantes. Actualmente han creado un frente anticorrupción, para neutralizar a la Comisión Nacional Anticorrupción y a los denunciantes que pusieron en evidencia el gran atraco nacional, el mismo que por su magnitud institucional y montos de miles de millones de dólares, convierte a todos los anteriores mandatarios, en muchachos de pantalones cortos, frente al saqueo de los castro-narco-comunistas en la década infame (2007-17). Cómo se explica entonces, que teniendo ingresos fiscales por más de 355 mil millones de dólares, no se haya cancelado la deuda, que ascendía en 2007 a 10.483 millones de dólares y en lugar de aquello, nos endeudaron en 60 mil millones de dólares, pese a que la inversión no supera los 60 mil millones de dólares, el resto es atraco y despilfarro. Eso no es liderazgo, es despojo, pillaje; caso contrario, es ineptitud, mediocridad, imbecilidad, escondidas detrás de un gran cinismo institucionalizado.

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