Consulta popular: legitimación y estrategia

Giuseppe Cabrera

Descubriendo entonces que la consulta popular responde a estrategia, podemos deducir fácilmente que el Presidente Moreno, no ha hecho nada, que no se haya estado ya pidiendo, exceptuando por la pregunta que habla sobre los casos de imprescriptibilidad en los delitos sexuales a menores, todas las demás preguntas, ya habían sido parte desde hace ya varios años, de las agendas de varios movimientos y organizaciones sociales, a la cual luego los partidos políticos intentaron capitalizar esa adhesión, no hay ningún nuevo tema que haya incorporado el Presidente Moreno, por lo que esta consulta es producto de una agenda social que se convirtió en parte de la opinión publica ciudadana, hubiese resultado interesante, ya que se llamó a consulta, que se incorporaran preguntas que respondieran a un modelo económico diferente, una lógica en la cual se pudiera proponer un sistema de redistribución de la riqueza más justo, que por algunos candados constitucionales o impedimentos legales, en este momento no resultan posible y por lo tanto no se pueden hacer los grandes cambios económicos necesarios para tener un Estado del bienestar que provea a todos de un sistema socialmente justo y libre.

Entonces ¿para qué se promovió la consulta?: pues con fines políticos, no por esto dejan de ser legítimos que se hayan introducido, ni tampoco hablo concretamente sobre la posibilidad de un sí o un no, a las preguntas de la consulta, pero es importante que entendamos el alcance de estas preguntas y la intensión detrás de ellas.

La más peligrosa de todas y por la que realmente se lleva a cabo todo este proceso de consulta –junto con la de reelección indefinida- es aquella que trata la reforma al Consejo de Participación Ciudadana y Control Social; los nuevos miembros serian designados transitoriamente por una terna enviada por Moreno a la Asamblea y a través de una evaluación de “desempeño”, cesar a todas las autoridades designadas por el Consejo anterior, un salto de fe en apoyo a Moreno, que sin duda resulta peligroso, por sus consecuencias políticas y el cambio de quienes se dice son cercanos al correismo.