Cruel realidad

María Luisa Gómez De La Torre Gómez

Estimados lectores: entre aquellos aspectos de la vida existen paradigmas que marcan el devenir político de nuestros pueblos y la insensibilidad frente a problemas vitales que acosan el diario vivir de nuestra nación, surgiendo el modelo del reclamo y la abolición de lo malo perpetrado a vista y paciencia de los mortales llegando el momento de decir ¡basta! al hombre y mujer objeto para recibir el vilipendio de quienes se creen dueños de nuestro destino.

Las consecuencias del déficit económico en el país motivado por lo que los ecuatorianos conocemos a través de los medios de comunicación, “el lleve” como el de la REFINERÍA DEL PACIFICO en que se paga sueldo por la seudo construcción, sin que exista vestigios de representatividad y operatividad, así como lo gastado en YACHAY, construcciones de lujo y muchas mal hechas, al parecer innecesarias, abandonadas otras como la construcción de la escuela 10 de Agosto de Esmeraldas, viajes al granel, incremento de ministerios y por ende exceso de personal al son de las regalías del petróleo, marcan la secuela que vemos y vivimos; la canasta básica a más de $700, falta de circulante que lo palpamos al observar las instituciones bancarias sin clientes, almacenes vacíos, comedores sin comensales, ausencia de viajeros en avión y aún el transporte diario a provincias, nos sobrecogen.

Esperemos que las inversiones vengan pronto al país luego de que se reconsideren las normas económicas que fundamentarán los destinos para el desarrollo que ansiamos. Se suma a todo la protesta justa de los ciudadanos de los cantones que con derecho llegaron a la capital provincial Esmeraldas a reclamar y exigir la reactivación económica, aducen de millones recibidos pero no invertidos y reflejados en la atención de sus necesidades a raíz del terremoto y enjambre de sismos del año 2016.

La provincia de Manabí sí recibió mejor atención pero nuestra gente de cantones pasaron desapercibidos en gran cantidad sin duda porque “aquí no pasó nada”, expresión dicha por quienes todos la conocemos, Esmeraldas nomás era como nos han tratado a vista y paciencia de muchos.

Parece que algunos legisladores hoy llamados asambleístas, se olvidaron que fueron elegidos para bregar por Ecuador sin bandería política, se adueñaron del color verde y para los verdes como si Ecuador fuera solo eso; muchos se equivocaron al lucir el verdor en oficinas, en fachadas, camisetas, blusas uniformando a los seguidores hasta en el color de la sopa, muchos de los cuales son reacios, ciegos y fieles ovejas de la corrupción que vivimos en el país.

Esmeraldas ya no necesita más aventureros vende patria que por melar en un puesto no les importó permitir que otros se roben su terruño a cuenta gotas, atropellando la dignidad humana de los que somos nacidos en esta tierra blanca y verde que altivamente salió a las calles en gran cantidad para no permitir que el mandamás que fue y que quiere seguirlo siendo ingresara a nuestra ciudad.

¿Por qué no se dejó ver la cara en la ciudad?, ¿tanto miedo tuvo?, los esmeraldeños cuando nos levantamos arremetemos con furia, con pasión defendiendo nuestro honor y sale a flote la hidalguía heredada de los grande baluartes que marcan los hitos de la historia patria. El calendario del 2017 sella como fecha rememorativa del rechazo a quien quiso impresionar y lucirse el 3 de diciembre en la ciudad del blanco y verde.