Representantes de organizaciones reclaman que se les permita participar. Salgado no cambia su postura.
“Si nos da el tiempo, les damos la palabra”. Eso fue lo que les dijo ayer Silvia Salgado, asambleísta del Partido Socialista y aliada del movimiento de Gobierno, Alianza PAIS, a las organizaciones que dan seguimiento a la violencia sexual contra los niños.
Ocurrió durante la instalación de la décima sexta sesión de la Comisión especial que Salgado preside y que fue creada en julio pasado por la Asamblea para dar seguimiento a esta problemática en el ámbito educativo.
Salgado, antes de dar paso a la presentación de un informe del defensor del Pueblo, Ramiro Rivadeneira, quien había sido invitado, le comentó al funcionario la metodología que se viene aplicando: que al final los asambleístas le pueden hacer preguntas o, por último, las veedurías.
“Estamos acá para escucharle, luego de su intervención los asambleístas le dirán sus inquietudes y, si es que las organizaciones acompañantes, que se encuentran acá, como lo hemos hecho en anteriores ocasiones, tienen inquietudes, si nos da el tiempo les damos la palabra”, expresó.
Inflexible
Salgado no cambió su postura, a pesar de que el fin de semana pasado el Grupo Rescate Escolar, una de las tres veedurías que venía presenciando las reuniones de la Comisión decidió no continuar, al advertir, precisamente, que no se les permite participar.
De nada sirvió que Franklin Samaniego, asambleísta de Alianza PAIS, le sugiriera que se destinara al menos 10 minutos para escuchar. Ella miró su reloj y recordó que usualmente tienen un tiempo muy ajustado.
EL DATO
Para la intervención de los funcionarios públicos y asambleístas no se han establecido límites de tiempo.Ayer, la sesión estaba convocada para las 08:00, Salgado llegó con unos 15 minutos de retraso para su instalación y antes de las 09:30 todo debía concluir porque para esa hora se había fijado una reunión plenaria de la Asamblea.
“Si es que nos da el tiempo no solo (les daremos) los 10 minutos, puede ser 20, 30, pero a las 09:30 empieza el Pleno y se concluye la sesión”, remarcó. Luego, el Defensor del Pueblo se tomó 40 minutos para su exposición, y esta vez, pudo ser escuchada la voz de una de las veedurías.
Pedido
Quien habló fue Amparo Molina, vocera de los padres de los 41 niños que hace 10 años fueron abusados por un profesor en la Academia Aampetra, cuyo nombre lleva la comisión. Confesó que se sentían “bastante tristes” por la salida del Grupo Rescate Escolar.
2
de 3 veedurías ciudadanas quedan en esta Comisión, tras la salida de Rescate Escolar.Recordó que esa organización sigue muchos de los casos de abuso en planteles educativos, como el que ocurrió en este establecimiento del sur de Quito, por lo que mirándola a Salgado le pidió “dejar de lado las banderas políticas” en esta Comisión.
“El hecho de que nosotros tengamos una forma de pensar diferente no significa que seamos oposición. Por favor, nosotros no queremos que de toda esta situación se utilice el sufrimiento de las víctimas y los padres como bandera política”, agregó.
Molina demandó, además, que la Comisión entregue informes sobre los avances de su trabajo. “Nuestra acción como veedores no es la búsqueda de un chivo expiatorio, ni es perseguir a un funcionario en concreto”, enfatizó.
Discusiones
De inmediato no hubo un ofrecimiento específico de la Presidenta de la Comisión. En la sala también estaba Gabriel Esteban, del colectivo Sentimos Diverso, quien lo que pudo presenciar fue un cruce de palabras entre Salgado y Héctor Muñoz, asambleísta de SUMA.
Muñoz, al ver que ella tenía sobre la mesa unos documentos con los que él no contaba, le pidió que compartiera toda la información con quienes conforman la mesa legislativa. Salgado le respondió que “no encuentre demonios en donde no los hay”. (RVD)