Desconcierto en el agro

Por: EDUARDO CHIRIBOGA APONTE

Nos encontramos terminando el año y quienes estamos inmersos en el sector agropecuario seguimos a la deriva. Este nuevo gobierno lleva ya tres ministros y varios cambios en subsecretarías, actitud que deja ver a las claras que la verdadera vocación de nuestra patria y que genera casi el 30% de las fuentes de empleo, no cuenta. Acá, al parecer, cada quien se rasca con sus uñas y allá que el pez grande se coma al chico, así conlleve un tremendo problema social. Así de simple.

El sector cacaotero sigue quebrado. El precio que recibe el productor no cubre ni los costos de producción. Se insiste en el fomento del cacao fino de aroma o nacional que produce cuatro veces menos que el CCN51 que también es nacional. La tradición de exportar materia prima para que la industria se lleve el beneficio, no cambia.

El sector palmicultor, los pequeños productores, es decir el 87% de los 7.000 existentes, que atraviesa por una nueva y peligrosa crisis de precios, se encuentra ante información antagónica sobre lo qué se debe hacer frente a la letal enfermedad de la PC (pudrición del cogollo). Pues, mientras el MAG y el INIAP continúan con su inercia perniciosa para el país, grandes grupos agroindustriales promocionan información antagónica entre sí, generando aún más desconcierto en los agricultores.

Los unos aseguran que dicha enfermedad es manejable, mientras los otros afirman que ya no hay nada que hacer y que hay que reemplazar las plantaciones con una variedad tolerante a ese mal. Y en ambos casos urge una planificación estatal rigurosa, pues, el problema que se avecina es de impredecibles consecuencias.

Y ante ese cuadro los directores de Sanidad Vegetal y de programas sectoriales, que son removidos cada vez que hay nuevo ministro, al parecer desconocen el fondo del problema o son mal informados por entes que les aseguran representan al sector, sin que eso sea verdad. Es decir, la responsabilidad gubernamental frente a este importante sector no se la ve por ningún lado.

Es muy importante que los líderes gremiales levanten su voz ante las autoridades de turno, para que se sienten a dialogar con los verdaderos representantes y conocedores de cada sector. La politiquería les impide ver el panorama agrícola en perspectiva. El sector productor exige acciones rápidas y contundentes. Las consecuencias pueden ser incontrolables.

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