Por: Patricio Velarde Segovia
Santo Domingo, Santo Domingo de los Colorados y últimamente Santo Domingo de los Tsáchilas, son los tres nombres que se utiliza para identificar a la ciudad. Con una de estas denominaciones, las entidades públicas fijan lugar para dar inicio al respectivo trámite administrativo. En cambio, los medios de comunicación -prensa, radio y televisión de alcance local y nacional- las usan indistintamente para acompañar al acuñado calificativo de “capital tsáchila”.
Recordemos algunos antecedentes sobre la procedencia de estas denominaciones en los últimos 50 años…
Según decreto legislativo N° 079 de la Asamblea Nacional Constituyente, fechado el 8 de junio de 1967 y publicado en el Registro Oficial N° 161 del 3 de julio del mismo año, se establece, en el Art. 1, la creación del cantón Santo Domingo dentro de la provincia de Pichincha con la jurisdicción territorial que tuvo la parroquia de Santo Domingo de los Colorados. Mientras que en el Art. 2, se determina que “La cabecera cantonal será la población de Santo Domingo de los Colorados”.
Creación
Creada la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas por parte del Congreso Nacional (Suplemento-Registro Oficial N° 205 del 6 de noviembre de 2007), el desconocimiento y la la serie de imprecisiones sobre la definición del nombre -tanto de la capital de la provincia y de su cantón- es evidente en el texto de ley de creación de la provincia tsáchila.
Por ejemplo, en el Art. 2 se señala que “La capital de la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas será la ciudad de Santo Domingo”; en tanto que en Art. 3, se establece que los límites de la nueva provincia “serán los mismos que tenía el cantón Santo Domingo de los Colorados”, denominaciones contrarias a lo que dispone originalmente el decreto legislativo del 3 de julio de 1967.
Al revisar los considerandos de ley, para la creación de la provincia, la denominación de la capital de la provincia y del cantón mantiene similares imprecisiones y confusiones en su redacción final. Se advierte términos como “ciudad de Santo Domingo de los Colorados”, “ciudad de Santo Domingo”, “cantón Santo Domingo de los Colorados”, “jurisdicción territorial de Santo Domingo de los Colorados” e inclusive, “provincia de Santo Domingo”.
Confusiones
Estas ambigüedades se extienden al texto de la Ley Reformatoria a la Ley de Creación del Cantón La Concordia y a la Ley de Creación de la Provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas (Suplemento-Registro Oficial N° 20 del 21 de junio de 2013).
Es tiempo de evitar más confusiones y arbitrariedades en el uso de estos nombres. Es el momento de autodefinirnos y precisar cómo llamar a la ciudad. Para ello, las modificaciones legales de rigor deberán respaldarse con un serio análisis y un profundo sustento histórico, étnico y cultural. Desde siglos pasados, la centenaria región de “Los Colorados” (hoy Tsáchilas) tiene -aún- muchas contingencias guardadas en la memoria documental que dejó la fundación del pueblo colono en 1899 o, sus tres pueblos o anejos originarios: Santo Domingo, San Miguel y San Francisco, cuyas referencias datan desde 1659.
Señores y señoras asambleístas, señora Gobernadora, señor Prefecto, señora Viceprefecta, señor Alcalde, señoras concejalas y señores concejales, tomen la iniciativa y con interés cívico, abran un diálogo, para que -en un amplio consenso- la ciudad pueda recuperar su antigua “fe de bautismo” o definitivamente “rebautizarla”.