Emilia, Ecuador te llora

“Nunca he encontrado un hombre de quien no haya aprendido algo”, Alfred Víctor de Vigney. La niñez ecuatoriana está de luto. Se cierra el año 2017 con la muerte de una inocente criatura que comenzaba a encarrilar sus pasos a su corta edad de 8 años en el planeta Tierra. Pero no solo es la niñez sino todo el pueblo de la Patria que ante terrible hallazgo de dolor ha elevado su voz por los cuatro puntos cardinales de la Patria protestando para que se haga justicia a Emilia Benavides Cuenca que ha hecho brotar lágrimas que alcanzarán el cielo.

Pero como la descarga de culpabilidad que el desquiciado autor del hecho con sus compinches, uno de ellos apodado ‘El Chino’ cuyo nombre omito porque mi mente lo rechaza, no pudo resistir el cargo de conciencia y se conoce que ha aparecido muerto en la celda que estaba recluido una vez que se logró su detención. Los investigadores señalan que hay otros implicados y el pueblo pide que se les aplique todo el rigor de la Ley que desgraciadamente tiene vacíos porque el Código Penal no contempla ni la pena de muerte ni cadena perpetua.

Hoy la sociedad se está interrogando y trata de encontrar una respuesta de qué es lo que realmente sucede en el país. ¿Dónde están los orígenes y las causas para que esto suceda? ¿Qué es lo que está faltando en el sistema educativo que es el segundo hogar de niños y adolescentes donde los padres entregan a sus hijos? ¿Qué está sucediendo con los departamentos integrados por psicólogos y trabajadoras sociales? ¿Qué está sucediendo con las autoridades ministeriales y seccionales, cuya tarea no debe reducirse únicamente a coordinar el funcionamiento en el proceso enseñanza-aprendizaje, sino y, sobre todo, indagar con informes permanentes todo lo que se opera al interior de las aulas?

Hay muchas falencias que están carcomiendo el buen camino por el que debe marchar la crianza de los hijos. ¿Será acaso que también es mala la comunicación entre hermanos, entre amigos, entre parejas del hogar, etc.? a todo esto hay que buscarle una respuesta, pero ya. Peor aun cuando en los tiempos actuales donde el tráfico de drogas es la comidilla del día y que quede claro que no se está inventando “la fórmula del agua tibia” cuando aseveramos que se la distribuye al interior y exterior del centros educativos y traigo a colación que uno de los principales desaciertos del correísmo fue haber autorizado el consumo de sustancias estupefacientes y psicotrópicas.