Cuando empezó el 2017 no nos hubiéramos imaginado lo agitado que podría resultar, en los cuatro primeros meses de campaña el país vivió una polarización política sin precedentes que causó divisiones, broncas y distanciamientos incluso entre amigos y familiares, los más fanáticos y acérrimos Correistas versus los que más lo odiaban y que se escudaban en la única imagen de oposición que era Guillermo Lasso, al final entre gallos y medianoche con la victoria muy discutida de Lenín parecía que Alianza PAIS se quedarían por lo bajo unos 10 años más, sin embargo, el nuevo presidente al revisar las cuentas y balances denunció que la mesa no estaba servida como se habían jactado y la sonrisa de Rafael Correa se esfumó convirtiéndose en el mayor opositor del régimen cayendo en el insulto, el descredito y la vulgaridad, empezó la división de Alianza PAIS a tal punto que ahora se pelean hasta por la sede y por el desfalco de 600 mil de las cuentas del partido de los “corazones ardientes”. Recuerdo también que en diciembre de 2016 corrieron una publicidad alusiva a la Navidad en donde Correa y Glas entraban a una casa y compartían la cena con una familia, pues quien se hubiera imaginado que un año después Glas era condenado a seis años de prisión por el caso de corrupción más grande y escandaloso de la historia del Ecuador, definitivamente la justicia tarda pero llega.
Pero ¿que nos espera el 2018?; primero un juicio político tardío y una destitución inmediata del Vicepresidente, luego la designación de un nuevo segundo mandatario a más tardar la última semana de enero que coincidirá con la consulta popular que promete una campaña seguramente agresiva, además posiblemente se empezará a descubrir más hechos de corrupción de la “década ganada” especialmente tendremos en el escenario el escándalo de la preventa de petróleo denunciado por Fernando Villavicencio en donde el mayor implicado sería el mismo Correa, se podría venir un fraccionamiento oficial en la Asamblea en donde la bancada morenista de PAIS se quede como AP y la bancada correísta se convierta en Movimiento “Revolución Ciudadana”, en fin este 2018 seguramente será igual de agitado y quien sabe tengamos algunas sorpresas más.