Peligrosas crisis nos esperan

POR: Manuel Báez R.

Unas generaciones nacen para crear, otras para mantener una civilización. En esta época de cambio están obligados por la fuerza de las circunstancias a ser creadores; entonces estaríamos proclives a aceptar las políticas que dejaron Montesquieau y otros cuyo destino era crear, porque hoy en todas las esferas de la vida social, en las familias, escuelas y negocios, iglesias, sistema energético, comunicaciones, en fin en todo nos enfrentamos en la necesidad de crear nuevas formas; algunos grupos de personas están empezando ya a hacerlo, en que difieren las circunstancias, pero nunca en la historia ha habido tantas personas de nivel precario quizá como para permitirse dedicar tiempo y energía en acción cívica como ocurrió la venida de Correa y que les resultó muy amargo el comprobar que dicho caudillo se ha quedado solo, que recibió el peor rechazo que hombre alguno puede experimentar.

La élite no pudo hacer nada; para eso se necesitan las energías de pueblos enteros, pero como esas energías están al alcance no pueden desenterrar a los correístas.

Cuanto antes es necesario empujar a diseñar instituciones políticas alternativas basadas en tres principios: poder de las minorías, democracia y respeto decisional; lo que aumentaría el nivel de riesgo.

Con esto quedaría eliminado de volver para otros 10 años. Desencadenando un basto proceso se puede detener cualquier empuje totalitario con una democracia anticipativa ante dislocaciones y peligrosas crisis que nos esperan. Por tanto, la responsabilidad del cambio nos incumbe a nosotros. Debemos empezar por nosotros mismos.