‘Wiston’ ha sorprendido al mundo con su aventura, que ha durado 15 años y en la que ha recorrido muchos kilómetros.
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El gato de la familia de Janet Barnes, llamado ‘Wiston’, desaparecía a menudo de casa durante unos días y volvía, según su propietaria, cada vez más gordo. Tras sus aventuras, siempre volvía al hogar, pero un día de 2002 el minino no regresó a su vivienda de St Austell, Reino Unido. Jan y su marido, Peter, lo dieron por perdido hasta las pasadas navidades.
En detalle
Jan y Peter rescataron a ‘Wiston’ de la calle cuando tenía apenas un año, pero el animal nunca perdió la costumbre de marcharse de casa durante unos días para regresar un poco más grande, por lo que sus dueños suponían que alguien más lo estaba alimentando. Poco tiempo después, el matrimonio se mudó y ‘Wiston’ no volvió. La familia se resignó a que el animal había encontrado otros dueños.
Pasaron tres lustros sin noticias del felino hasta que el matrimonio recibió antes de Navidad una llamada telefónica de un veterinario. Había recogido un gato negro en la carretera de Launceston, Cornwall, a 55 kilómetros de distancia de la casa familiar. Gracias al microchip del animal, el veterinario del Castle Veterinary Group pudo identificar a ‘Wiston’ y ponerse en contacto con los Barnes.
“Fue una gran sorpresa, realmente pensé que no volvería a verlo nunca más”, cuenta Jan, quien reivindica el uso de microchips en las mascotas para evitar que se pierdan: “Estamos instando a todos los propietarios a poner microchips de sus animales, ya que es económico e indoloro y puede ayudar a reunirse de nuevo con sus mascotas perdidas”.
‘Wiston’ ha sorprendido al mundo con su aventura, que ha durado 15 años y en la que ha recorrido muchos kilómetros.