Cada vez más lejos

La frágil paz en Colombia recibió una sacudida después de que el Ejército de Liberación Nacional (ELN) atacara una base militar y un oleoducto a escasas horas de que terminara un cese al fuego, que solo duró 102 días.

El hecho de que ocurrieran tales ataques muestra los retos que todavía enfrenta el país ahora que se busca negociar con los ‘elenos’ un acuerdo similar al que se alcanzó con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), convertidas en partido político. Los atentados también sucedieron en víspera de la llegada del secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, una visita para examinar el cumplimiento del proceso de paz.

Como respuesta a los ataques, el Gobierno colombiano se retiró de la mesa de diálogo en Quito, apenas un día después de haber iniciado las conversaciones.

La guerrilla defendió el haber retomado los ataques ante la actitud del Régimen de no ayudar a la población en algunas partes del país. De paso, inexplicablemente, pidió retomar el diálogo.

La insistencia del ELN en seguir luchando reduce la esperanza de que se logre un acuerdo, incluso si se reanuda el diálogo. En el Gobierno, además, hay sectores que creen que es un desperdicio porque no llevará a nada.

Pero lo que más juega contra el proceso es el tiempo: en agosto Juan Manuel Santos termina su mandato, con las encuestas en contra y una contienda electoral que se divide entre los partidarios y críticos de los tratos con los rebeldes. Así, la paz ya no pende de un hilo: está más lejos que nunca.

«Cuando un gobierno dura mucho tiempo se descompone poco a poco y sin notarlo”.

Montesquieu
Escritor y político francés (1689-1755)

«No hace falta un gobierno perfecto; se necesita uno que sea práctico”.

Aristóteles
Filósofo griego (384 AC-322 AC)