La demanda para la formación técnica y tecnológica crece

REALIDAD. Cada año en el Instituto Tecnológico del Consejo Provincial de Pi-chincha hay 800 cupos para nuevos alumnos. Todos se llenan.
REALIDAD. Cada año en el Instituto Tecnológico del Consejo Provincial de Pi-chincha hay 800 cupos para nuevos alumnos. Todos se llenan.

Plan para fortalecer a estas instituciones crea expectativa. Profesores y alumnos dan sus criterios.

Con la promesa de tener mayores oportunidades de empleo, la posibilidad de emprender en negocios propios y tiempos de estudios que toman menos que una carrera universitaria, la demanda de los institutos técnicos y tecnológicos va ganando fuerza en el país.

En el instituto tecnológico superior Carlos Cisneros de Riobamba, por ejemplo, el número de estudiantes pasó de 211 a 1.360 en los últimos cuatro años, un 60% de ellos oriundo de comunidades rurales de Chimborazo y provincias cercanas.

Actualmente son cuatro carreras las que oferta: Electrónica, Electromecánica, Mecánica industrial y Mecánica automotriz. Su rector, Francisco Nájera, afirma que un 90% de los graduados ya está trabajando en empresas como la eléctrica local y la productora de cemento.

Durante ese mismo lapso, en el Instituto Técnico Superior Cotopaxi, la matrícula se ha incrementado en un 60%. La institución cuenta con 1.440 espacios para la formación de los jóvenes.

Carlos Eugenio, rector del plantel, señala que un 60% de ellos se emplea en las florícolas de la provincia. Su modalidad de estudios permite que dos tercios de la formación sean en el campo y el resto dentro de las aulas.

Testimonios
En total son 138 institutos públicos vigentes y sus autoridades dan cuenta de que en la actualidad acogen a 37 mil alumnos, cuando en 2013 no sobrepasaban de las 12 mil personas.

Entre quienes han optado por este tipo de formación, que toma entre dos y tres años, están Karen Menéndez, del Instituto Tecnológico Simón Bolívar de Guayaquil, y Álex Díaz, del Instituto Dillon de Quito.

Ellos concuerdan con que la combinación del conocimiento teórico y práctico, a diferencia de la modalidad que usan las universidades, les ha permitido estar preparados para incorporarse al mundo laboral de forma inmediata.

Expectativa
Tanto en directivos como en alumnos hay expectativa por el plan anunciado por el Gobierno esta semana para el “fortalecimiento y revalorización” de esta modalidad de estudios, con una inversión de 262 millones de dólares.

La intervención incluye la construcción de infraestructura, mejoramiento de la infraestructura existente y la dotación de equipamiento básico y especializado, acorde a las necesidades de cada formación, además de la capacitación a 3.000 docentes.

Según Cisneros, gracias a eso el instituto que dirige podrá ampliar su oferta y convertirse en uno de los tres establecimientos matrices para Chimborazo. Mientras, se prevé que en Cotopaxi se instalen dos y en Pastaza otros dos como parte de esta estrategia.

Además, el nuevo modelo de gestión permitirá a quienes opten por estas carreras obtener títulos de tercer nivel, equivalente al que otorgan las universidades, para que luego puedan especializarse con maestrías.

Para esto último, en la Comisión de Educación de la Asamblea se están tramitando reformas a la Ley de Educación Superior, pues actualmente el título de tecnólogos no es considerado de tercer nivel. (RVD)

Mi opinión en 30 segundos
Édgar Espinosa, rector del Instituto Tecnológico del Consejo Provincial de Pichincha

Por la calidad
° “Este plan del Gobierno se convierte en un reto porque hay que competir con calidad y esto solo se logra con buena organización, con la capacitación constante de los profesores y con una buena organización.

La posibilidad de emitir títulos de tercer nivel exigiría ciertos cambios, pero nosotros estamos preparados para esto. A nivel particular de este instituto tenemos como norte el hacerles emprendedores, en los sectores rurales pretendemos que la gente se quede en el territorio y no tenga que migrar a las grandes ciudades”.