Crimen y reelección indefinida

Las últimas palabras de Óscar Pérez fueron dedicadas al pueblo y a sus hijos, a los venezolanos les pidió que no desmayen y continúen luchando contra la tiranía; luego fue nombrando a sus tres hijos y entre lágrimas les dijo que su sacrificio era por ellos, y para que los demás niños tengan alimentos y salud, luego se despidió, Pérez sabía cuál era la consigna de sus perseguidores, sabía que no iban a capturarlo; lo que sucedió después fue una fría ejecución, él y varios civiles, entre ellos una mujer embarazada, fueron cruelmente asesinados por las huestes del dictador. Pero con este brutal acto, a Maduro no se le ocurrió que forjaba un héroe, el mártir más luminoso de los cientos que ya han caído en las calles de Venezuela.

Pocos días después, haciendo gala de su menosprecio por la legítima y justa indignación de sus opositores, se anunciaba el adelanto de elecciones, y como ya imaginan el candidato oficial, el ungido predestinado es nada menos que Nicolás Maduro. El padre putativo de Correa desde el más allá, sigue decidiendo a través de sus lacayos la triste suerte del pueblo venezolano, me refiero a Hugo Chávez, a quien Don Sata tenga en su gloria, porque el infierno hoy lo vive Venezuela. Todo el próximo sainete de las elecciones venezolanas, tendrán ropaje de legalidad, previamente ya instauraron la reelección indefinida, y obviamente, con el poder en la mano, hacerse elegir resulta fácil.

Acá los desubicados cacarean que la pregunta 2 de la Consulta es antidemocrática y la rechazan absolutamente. Lo reitero, será que para ellos: Los Duvalier con sus 30 años en Haití, Mugabe y sus 37 años en Zimbabue, Mubarak con sus 32 años en Egipto, Gadafi con más de 40 años en Libia, según la lógica correísta fueron grandes ejemplos de regímenes democráticos, no señores, fueron de lo peor y finalmente algunos acabaron arrastrados por sus propios pueblos; claro que ganaban elecciones, basta con recordar al PRI y sus 71 años seguidos gobernando México, en lo que se denominó “la dictadura perfecta”.

Nadie medianamente inteligente, puede creer que estos sátrapas ganaban elecciones realmente limpias y transparentes, el caudillo manejaba los hilos del poder para hacerse elegir una, otra y otra vez; en Ecuador este 4F tenemos la oportunidad para hacer que esto nunca suceda, y no sucederá; SI los disminuidos arrebañados no quieren entenderlo, el pueblo SI lo entendió, no quiere oír más al burro hablando de orejas y ha convertido a los huevos en poderosas armas de rechazo social.

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