Por: LUIS REINOSO GARZÓN
Dentro del Sistema Nacional de Áreas Protegidas, El Parque Nacional Yasuní fue declarado en 1979, como el área protegida más grande del Ecuador continental, considerado uno de los de mayor diversidad genética del planeta, por el alto número y variedad de especies que posee; es superior que cualquier otro ecosistema terrestre; definido también como el espacio de gran interés científico y potencialmente turístico; su bosque húmedo tropical guarda 664 especies de árboles y arbustos por hectárea convirtiéndose en uno de los más biodiversos del Planeta.
El Parque Nacional Yasuní, es un santuario de biodiversidad, las investigaciones realizadas en la última década reflejan cifras impresionantes no registradas en ninguna otra área de bosque tropical de la región; en el extenso bosque residen una inmensa variedad de especies vegetales, mamíferos, reptiles, aves, anfibios y peces; algunas de esta especies son consideradas endémicas o sea que son únicas en el planeta.
Es necesario conocer que en el Yasuní se encuentran grupos humanos con aislamiento voluntario pertenecientes a la comunidad Waorani, específicamente dos grupos denominados Tagaeri y Taromenani quienes mantienen sus costumbres ancestrales y que no se contactan con nuestra sociedad; para lo cual el Estado ha emitido un decreto estableciendo: Zona Intangible de Conservación, con el fundamento que es un derecho constitucional y un deber del Estado, la protección de las culturas ancestrales selváticas de la Amazonía, además estableció normas y lineamientos para la ejecución de actividades económicas y ambientales dentro de la zona intangible y de amortiguamiento.
Por todas estas consideraciones la Unesco declaró en 1989, Reserva Mundial de la Biosfera al Parque Nacional Yasuní, en donde se reconoce su valor biológico y cultural, aquí se desarrollan importantes ciclos ecológicos.