Por: MANUEL BÁEZ R.
Tenemos que estar seguros, que los que viven en el pasado o en el futuro es no vivir en el presente, en el ahora, donde las preocupaciones no ocurren en el presente y así crece en la totalidad, así el tiempo no es el enemigo del hombre, más bien apreciamos lo que la vida tiene que dar hoy.
Se ha dicho con toda justicia que las preocupaciones envejecen. Todos hemos visto gente que se llena de canas de un día a otro cuando atraviesa por una crisis emocional o financiera, esto parece existir la debilidad de envenenar muchas horas de nuestra existencia; podríamos decir que estas preocupaciones es obviamente un cierto hábito del pensamiento, esto hace estar nervioso por algo que ya sucedió o tener miedo a que algo suceda en el futuro, es decir nada de esto corresponde al presente. Debemos comprender bien estos pasos que da la vida.
Para enfatizar en este tema no tenemos que confiar en el ayer o pasado porque resulta que es un sueño, el mañana no es más que una visión, pero el presente bien vivido hace de cada ayer un sueño de felicidad y un mañana de esperanza.
Con lo anteriormente expuesto nos queda solo vivir el presente como correctos ciudadanos y honorables miembros de familia como integrantes de una correcta sociedad. Lo que parece algo aparente inevitable en nuestra vida es que los errores, los daños, los rencores dejan cierta impresión en nuestra mente; puesto que esa clase de preocupaciones se fija en el futuro y nos confunde con el pasado. Too eso es espejismo vivamos el ahora como debe ser; cierto es que la conciencia en sí tiene una manera de alterar los hechos. Si imaginamos claramente algo que no queremos que suceda, casi seguro que va a suceder.