Este cantón, ubicado en Loja, está lleno de historia y tradición. Muchos se aferran a la Virgen.
LOJA, LA HORA
El cantón Paltas ha venido padeciendo en forma sistemática de la ausencia de lluvias en la estación invernal.
La historia (Siglo XX) relata que el campesinado de la zona dedicaba su vida a las labores agrícolas y con ello conseguía el sustento diario, pero esa actividad solo era rentable en la época de estación invernal. El resto del año todo era angustia y desesperación, entonces decidieron pedir a los párrocos el cambio de la Santísima Virgen del Rosario de Catacocha por la imagen de la Virgen de la Asunción de la parroquia Cangonamá, por un lapso de ocho días.
Esta romería se acostumbra a realizar desde hace muchos años en enero por los agrestes campos de los paltas para que Dios se conduela de los pobres y haga llover para bien de la humanidad.
Tradición
Llegado enero, todos los moradores de estas comarcas solicitaron permiso al párroco Toribio Jaramillo para que se lleve a cabo el cambio de las imágenes. Él, casi negándose, aceptó el ruego.
Como se conocía, se presentaba un fuerte verano con soles incandescentes. Entonces, Jaramillo se desplazó en una acémila acompañando a la romería por el camino de herradura y marchando por el barrio Purón, en Opoluca.
También pasaba por la quebrada de Playas, Yamana y por la cordillera del cerro Cango.
Ascendieron con mucha dificultad. Faltando poco trecho, la atmósfera milagrosamente empezó a enfriarse y en corto tiempo se desencadenó un fuerte aguacero.
El cura y todos los acompañantes quedaron perplejos y llenos de fe por este acontecimiento nunca antes visto y expresaron: “¡milagro, milagro!”.
Toribio tuvo que desmontar, caminar y sacarse los zapatos llenos de lodo y agua y guarecerse en la iglesia de Cangonamá, muy atónito y asustado.
Desde entonces, todos los años, en enero, se acostumbra a efectuar la romería y cambio de las imágenes patronas del tiempo lluvioso del cantón Paltas.
Sincretismo
° Orgulloso y valiente es el pueblo Palta, indican sus habitantes. Estas características se sumaron a las propias del carácter español, dando paso a un sincretismo en todas las escalas que se manifiesta en la mayor parte de las expresiones culturales que han sobrevivido hasta estos días, un mestizaje a escala cultural determinante a la realidad actual. Catacocha, capital de los Paltas, posee riqueza arqueológica y paleontológica y todos los ecuatorianos deben comprometerse –dicen los historiadores- con la tarea de recuperación de la información como aporte a la cimentación de la identidad cultural del país. (EVLL)