Destruccion del suelo

Por: LUIS REINOSO GARZÓN

Es desesperante conocer que 2000 millones de hectáreas de tierras están degradadas en el mundo, entonces, al ser humano le corresponde enfrentar otro reto sobre la destrucción de los suelos del planeta, que pone en riesgo la seguridad alimentaria, la erradicación del hambre, adaptación al cambio climático, reducción de la pobreza y desarrollo sostenible. La voracidad por obtener recursos económicos a cualquier precio ha utilizado en forma desmedida, este recurso para la conservación de la raza humana.

En varias partes del mundo los pequeños agricultores actualmente tienen menos disponibilidad de agua para sus cultivos y en algunos casos extremos se ven forzados a migrar al ver sus tierras improductivas convertidas en desiertos sin esperanza para el futuro de sus familias, como el caso de África. En América Latina la mayor parte de tierras degradadas son por causa de la deforestación que alcanza alrededor de cien millones de hectáreas debido en su mayor parte por la gran demanda internacional, que incita a los grandes propietarios a deforestar para extender la superficie agrícola.

Por otro lado los fenómenos climáticos han pegado muy fuerte como el fenómeno del Niño que afectó seriamente con largas sequías o también con severas precipitaciones e inundaciones que ha contribuido a su destrucción.

En nuestro país los procesos de destrucción de los suelo tienen que ver por el uso inadecuado de tecnologías a nuestra realidad ecológica, económica y sociocultural; a esto se debe agregar la contaminación ambiental con impactos negativos.

El Ecuador se caracteriza por la gran variedad de riqueza de sus recursos naturales, dentro de los que se destacan suelos volcánicos con un potencial agrícola extraordinario y una amplia gama de climas con una producción diversificada.