¿Callar, esconder, hacer creer que no ocurrió? ¿O iluminar la opacidad del mundo con fotografías que golpeen conciencias? Año tras año, este es uno de los dilemas que instala el World Press Photo. Pero los debates se instalan una vez que se conoce a la imagen ganadora.
Esta vez, los organizadores del certamen buscan activar el contrapunto anticipadamente, pues ya han divulgado las seis imágenes finalistas (este Diario muestra tres de ellas y una más en la página A16). El veredicto recién se conocerá el 12 de abril.
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países se expresan entre los postulantes al certamen.Magdalena Herrera, directora de fotografía de la revista Geo, pone de relieve la valoración ética que cobija a esta edición. “Buscábamos enfoques desafiantes -dice a The New York Times- pero era más importante el respeto al sujeto como ser humano y a la forma en la que se representaba su sufrimiento”.
Así, estar del lado de la víctima es la brújula de las imágenes seleccionadas. Las víctimas de quienes criminalizan la migración. Las víctimas de un mundo que sanciona al otro, al distinto., Las víctimas de quienes entienden las religiones como mechas para encender rentables industrias de armas. (IFP)