La mujer indígena otavala impone su moda

VARIEDAD. La modista indicando una de las blusas hechas por sus manos.
VARIEDAD. La modista indicando una de las blusas hechas por sus manos.

En Otavalo se moderniza el atuendo típico, pero no se pierde la tradición ancestral que caracteriza a esta cultura.

Redacción OTAVALO,
LA HORA

Con el transcurrir de los años la vestimenta de la mujer indígena otavaleña ha ido cambiando, especialmente con blusas de tipo corsé, alpargatas de tacón y el anaco cosido a la medida.

Se dice que lo más importante de la modernización es cuidar y conservar la esencia del vestuario tradicional de los pueblos kichwas.

El atuendo de las damas de este sitio de Imababura se compone de una camisa o blusa de lienzo blanco de manga larga, aunque también en la actualidad existen cortas, las mismas que son adornadas con bordados multicolores hechos a mano y otros utilizando maquinaria.

Los anacos de tela de paño, en forma rectangular, son de color blanco y azul marino, o negro con una faja. Las alpargatas son azules o negras y la fachalina que llevan sobre sus hombros se caracteriza por el fucsia y el turquesa. Esta vestimenta se completa con una variedad de ‘gualcas’ que adornan sus cuellos, manillas o pulseras de coral y aretes.

DESFILE. La mujer kichwa modelando con su vestimenta tradicional.
DESFILE. La mujer kichwa modelando con su vestimenta tradicional.

Los precios

Muchas diseñadoras indígenas buscan modernizar el atuendo típico otavaleño sin dejar que se pierda su tradición ancestral.

Es el caso de Magdalena Fuérez, joven diseñadora de blusas para la mujer indígena, quien comenta que los modelos dependen del gusto de la persona, por lo que su trabajo lo hace bajo pedido.

“En la actualidad la moda ha cambiado, especialmente en lo que es mullos y cintas, pero lo que no se perderá es la elaborada en hilo orlón y seda”, manifiesta Fuérez.

Elena Morales, otra mujer que se dedica a este tipo de confección, menciona estar de acuerdo con la moda, siempre y cuando se conserve su vestimenta ancestral y la cultura de la gente indígena otavaleña. “Hemos visto a muchas jóvenes y adolescentes buscar ropa que esté en vigencia, en este caso las blusas cortas de diferentes modelos y con bordados hechos a mano en texturas más actualizadas”.

Según Morales, las camisas o blusas tienen un valor que van desde los 15 dólares en adelante, dependiendo la calidad de la tela y el bordado. En cambio los anacos no han perdido su característica y su precio va desde los 10 hasta los 150 dólares.

En las fiestas y ocasiones especiales, las mujeres kichwas utilizan una vestimenta más cara, con anacos y fachalinas de casimir importadas de hasta 200 dólares y blusas bordadas a mano de 150. A esto se suman complementos como aretes y collares de oro y manillas de coral. Esta última cuesta alrededor de unos 500 dólares.

Por otra parte, Rosa Calderón, quien se dedica desde hace más de 30 años a elaborar los collares para las mujeres indígenas de varias regiones, afirma que los precios dependen del material que se utiliza.

“Existen dos diferentes tipos de collares: unos son de vidrio pero no tienen baño de oro. En cambio los especiales son bañados en oro y son de cristales. Los primeros cuestan entre 10 a 15 dólares y los otros desde 100 hasta 200 dólares”, señala.

Significado de la vestimenta

Las indígenas tienen diferentes atuendos que se relacionan a su cultura; sin embargo, la mayoría utiliza varias prendas con un significado especial.

La blusa blanca representa la pureza de la mujer y los bordados resaltan las flores de los tubérculos que siembran.

El anaco es una falda que por lo general no tiene pretina (correa o cinta con hebilla o broche para sujetar la cintura) y está formado por un pedazo de tela. Las alpargatas son para cubrirse los pies.

El ‘mamachumbi’ es una faja tejida considerada como un soporte para el vientre. Se usa también antes y después de dar a luz para aportar fortaleza. Las ‘gualcas’ y las manillas son símbolo de poder femenino. (PMHR)