Si bien la sanción más reciente firmada por Carlos Ochoa, como titular de la Superintendencia de Información y Comunicación (Supercom), terminó con un pedido de disculpas públicas a Teleamazonas, su historia de sanciones cuestionadas y polémicas comenzó desde la creación de la Superintendencia y su nombramiento como titular de la misma.
El primer caso polémico fue el del caricaturista Xavier Bonilla, alias Bonil.
Con el cambio de Gobierno comenzó su caída en desgracia. El mismo Lenín Moreno, en su calidad de presidente electo, le pidió públicamente que dejara “insubsistentes” las sanciones contra ocho medios de comunicación, incluido Diario La Hora, por el caso ‘Página 12’, petición que Ochoa desoyó.
En ese caso se pretendió que los medios sancionados reprodujeran un pasquín publicado en el medio argentino de ese nombre por la articulista Cynthia García, donde se acusaba, sin que esa información haya sido verificada o contrastada, de varios delitos al excandidato presidencial Guillermo Lasso, como lavado de activos, defraudación fiscal o enriquecimiento ilícito.
La Hora afrontó varias acciones, en situaciones inéditas, por ejemplo cuando se la sancionó por una publicación de un tercero o, en otra ocasión, por no cubrir el acto de rendición de cuentas del alcalde de Loja, Bolívar Castillo, uno de los artífices de la Ley de Comunicación. En cualquier caso, Ochoa sostiene que lo único que hizo es cumplir la Ley. (MMD)
Linchamiento
contra Martha Roldós
Pese a que en varias ocasiones la Supercom inició procesos de oficio que terminaron en sanción y aunque no se puede denegar justicia por omisión de solemnidades, en el caso de la denuncia por linchamiento mediático que interpuso la exlegisladora Martha Roldós, Ochoa no continuó el proceso porque faltaba una copia de cédula de ella.
En ese entonces, los medios gubernamentales, tras un ilegal hackeo de sus cuentas de correo electrónico, publicaron noticias en las que se la relacionaba con la Fundación Nacional para la Democracia (NED, por sus siglas en inglés), lo cual ocasionó que en redes sociales se la insultara y calificara como agente de la CIA, pese al caso no esclarecido del accidente aéreo en el que falleció su padre, el presidente Jaime Roldós.
“Ochoa es una de las personas, más allá de mi caso, que ha sido uno de los puntales de todo este esquema de impunidad ante la corrupción, porque su labor para silenciar a la prensa fue clave en este entramado de corrupción y de violación a los Derechos Humanos”, dice la exlegisladora. “Se empiezan a destruir estos velos que le ocultaban a la ciudadanía el Estado de Propaganda que hemos vivido, la gente está escandalizada y cree que ya se ha enterado de todo, pero este es el punto del iceberg del esquema delincuencial de estos años”.
El incómodo humor de ‘Bonil’
° En dos ocasiones fue sancionado por Carlos Ochoa el caricaturista Bonil. En la primera ocasión se le acusó de no haber contrastado ni verificado las afirmaciones que hizo en su caricatura sobre el allanamiento a la casa del activista Fernando Villavicencio.
Esta decisión, años después, fue declarada nula por el Contencioso Administrativo, pero en su momento diario El Universo tuvo que pagar una multa y ‘Bonil’ se vio obligado a rectificar. La segunda ocasión se le amonestó por supuestamente realizar discriminación socioeconómica, cuando cuestionó la falta de destreza del exlegislador Agustín Delgado, exgloria del fútbol nacional, para leer su único discurso en el Pleno de la Asamblea.
“Me parece perfecto que por fin tenga un juicio, porque todos estos años no tuvo ninguno, y alocada y desenfrenadamente se dedicó a sancionar impunemente a cuanto periodista o ciudadano se expresara en los medios”, dice el caricaturista, quien piensa que se debería analizar si la conducta de Ochoa también implica sanciones de índole judicial.
40.000 dólares en sanciones
para radio Redonda
En 12 ocasiones Ochoa sancionó al programa ‘Hablando jugadas’, de radio Redonda, conducido por los periodistas deportivos Luis Miguel Baldeón y Aurelio Dávila. De esas sanciones, en el criterio de Dávila, al menos ocho fueron resultado de una interpretación discrecional de la Ley.
El Dato
En el último caso de Teleamazonas, Ochoa fue juez y parte porque dijo que el canal no le permitió su derecho a la réplica, ya que se negó a pasar un video que él envió como respuesta a la asambleísta Lourdes Cuesta.En una ocasión, por ejemplo, se los sancionó por decir que ellos son los “Barman y Droguín de la comunicación”, ya que Ochoa consideró que se hacía alusión al consumo de drogas, pese a que los periodistas argumentaron que la palabra no existe.
El programa ha pagado más de 40 mil dólares en multas de la Supercom, 12 mil asumió radio Rendonda pero el resto les descuentan de su salario y deben seguir pagando hasta el año 2020.
“En su calidad de superintendente cometió muchos abusos y persecución a la prensa radial, el señor Ochoa interpretaba la Ley a su antojo para castigar a gente que políticamente o moralmente eran contrario a su todopoderoso pensamiento, es por esta razón que nosotros le llamábamos el Ayatola de la comunicación”, señaló Aurelio Dávila.