Después de la consulta

POR: Manuel Báez R.

En la consulta popular pasada, que fuera convocada por el Presidente Lenín Moreno, ahora nos encontramos en dos aspectos sumamente serios: O cumple el gobierno con la voluntad del pueblo o se pone a seguir dialogando en búsqueda de soluciones parches.

Es realmente crucial la gestión que tiene el Ejecutivo. Si acierta el camino adecuado sin duda pasará a la historia noble de la Patria y, si toma otro camino en forma equivocada la historia sabrá juzgarlo, siempre que tengamos democracia aunque sea frágil.

Uno de los problemas más álgidos que hoy tiene es aquel de trascendencia social referente a los burócratas, cuyos cargos públicos que fueron ofrecidos casi siempre por el gobierno anterior como caridad o limosna para una pléyade formidable de semiletrados que no conciben más misión que la de colarse como sanguijuelas en el exhausto presupuesto nacional.

La magnitud de este caso es de colosales proporciones que para solucionar necesita el actual gobierno un gran porcentaje de iluminación, hacemos votos porque se solucione de la mejor manera para no tener que lamentarnos más adelante.

Hoy más que nunca necesitamos solución, como dice el pueblo “en qué necesidad”.

La democracia que tenemos está lejos de ser la verdadera, o sea la que nos de la libertad para poder resistir los duros embates; sin embargo, aspiramos que podamos remediar y al cabo salgamos de la crisis y emprendamos un real crecimiento con justicia, rescatando de cualquier aturdimiento caótico en el que podamos debatirnos.

Que se revise la Ley de Comunicación para tener libertad de expresión; el aspecto económico, plusvalía, comercio internacional, etc., etc.