El abogado no se cansa de luchar por lo que es justo de reclamar

ESPECIAL. El 20 de febrero de cada año se celebra el Día del Abogado en Ecuador. (Foto: steemit.com)
ESPECIAL. El 20 de febrero de cada año se celebra el Día del Abogado en Ecuador. (Foto: steemit.com)

AUTOR: PAÚL OCAÑA MERINO

En el transcurso de la vida, donde las pasiones despiertan al ser humano, encontramos al abogado arraigado a sus códigos con artículos y sus enciclopedias llenas de doctrina que dibujan el caminar que en ese mismo instante pretende alegar.

Ese amor innato a la lectura que le invita a recrear las imágenes de su actuar dentro del campo de batalla que en los estrados debe entregar, permite al abogado soñar ¿hasta dónde puede llegar?

No cabe duda que el abogado es un profesional que no solo tiene que lidiar con los avatares de su contienda legal sino que, además, se convierte en sicólogo, cura, médico y hasta financiero de un cliente, que la perfección ha de buscar, en la esfera del profesional del derecho. Cómo no he de resaltar las virtudes de este ‘mago’, a quien todos quieren ovacionar y que muchos pretenden imitar, pues con su sola inteligencia y sencillez soluciona lo que nadie puede resolver.

Otorga prioridad a su patrocinado
Detrás de la profesión del abogado, está un(a) hij@, un padre, una madre, un espos@, un herman@, pero sobre todo un ser humano extraordinario que cada día lucha por separar sus propios problemas, de los que ha sido contratado, y que sin dudar otorga prioridad a su patrocinado, pues el propio puede esperar siempre, un poco más.

Pienso y luego grito: ¡cómo no sentir orgullo!, ser parte de estos héroes legendarios que en vez de capa usamos el intelecto, la imaginación y un buen alegato.

Esta oda va por ti mi querido abogado que llevas en el imaginario el problema de cada uno de los representados y muchas veces das solución simplemente con una conclusión de tus arduas batallas entre la lógica, la fuerza y la razón.

Bertlolt Brecht posiblemente describió al abogado en su máxima expresión, aquel que no se cansa de estudiar, aprender, leer, ayudar, pensar pero, sobre todo, el que no se cansa de luchar por lo que considera es justo reclamar. Un justo homenaje se debe rendir al profesional del derecho, quien, sin importar su familia, sus feriados, su sueño, su descanso, su hora de desayuno, almuerzo o merienda, se le ve partir con su traje de superhéroe simplemente a defender y a cumplir su rol que es servir.

¡Feliz día Abogado ecuatoriano!