Abandono petrolero

Eduardo Naranjo Cruz

La principal riqueza del país en las últimas décadas no ha logrado ser lo que debió, porque se convirtió únicamente en el bolsillo del Estado para atender mal las necesidades de la sociedad y no se la gestó como fuente de riqueza permanente.

El asunto entra en discusión, ya que la operación de una empresa petrolera requiere mucho capital y agilidad administrativa, cosa que deriva en dos puntos de vista: el primero, que la operación privada es eficiente y la estatal poco eficiente, porque la primera dispone del flujo de recursos necesarios y mantiene personal competente, en cambio la estatal no tiene el flujo de capital que requiere y el personal no siempre es el mejor técnicamente hablando.

Basado en esta visión, el Estado todos los años ha exprimido a la industria, nunca le facilitó el flujo de recursos que las operaciones requieren, esto por varias razones, la primera que el sistema estatal no alcanza a generar recursos financieros propios y además despilfarra una parte y evapora otra.

A pesar de que el ministro del ramo hizo declaraciones de incrementar la producción al menos en 30 mil barriles diarios no parece que lo alcanzará, salvo que potencie de inmediato la explotación de los yacimientos del ITT, porque de los otros campos ni pensarlo. Un contratista técnico menciona que la actividad está casi paralizada, lo que nos lleva a pensar que la crisis financiera del Estado está alcanzando volúmenes mayores a los previstos.

Este es el penoso escenario que afrontamos y la principal fuente de riqueza actual solo seguirá pagando deudas, lo que pone al gobierno, dado su visión, en una difícil encrucijada para encontrar respuestas pragmáticas a tiempo. La política debe entenderse como soluciones a todos los males, cosa nunca vista hasta ahora.