La ausencia de los individuos

Jaime Vintimilla

Leer ‘El espectador’ del preclaro Ortega y Gasset te engalana el alma porque te permite sumergirte en las reflexiones más profundas que ya todo ciudadano libre debería regalarse, de cuando en cuando, para decidir si forma parte de la grey o sencillamente busca un sendero que lo conduzca a su propia realización.

Con razón el pensador más universal de España sostenía que “el liberalismo, antes que una cuestión de más o menos en política, es una idea radical sobre la vida: es creer que cada ser humano debe quedar franco para henchir su individual e intransferible destino”. Nótese además que es una reacción, aunque no la única, a la ‘socialización’ del ser humano que se ha convertido en una ‘faena pavorosa’ donde se advierte que en nombre de lo políticamente correcto ha proscrito “toda propiedad privada, incluso esa de tener convicciones para uso exclusivo de cada uno”.

Esta realidad nos conduce a hechos tan deleznables y dañinos aunque dolorosamente ciertos que prueban que ‘los credos políticos son aceptados por el hombre medio no en virtud de un análisis y examen directo de su contenido, sino merced a que se convierten en frases hechas. Y un escritor no empieza a ser gloria nacional hasta que no repiten que lo es las gentes incapaces de apreciar y juzgar su obra’.

Por ello y parafraseando a Pío Baroja, la verdad del ciudadano en la política debe concentrarse necesariamente en la correspondencia exacta entre el gesto y el espíritu, en la perfecta adecuación entre lo externo y lo íntimo. En definitiva, urge desterrar la farsa del rebaño y del mesianismo para reemplazarla por la sinceridad que vence inclusive a la cultura convencional, aunque parezca esta osadía que se pueda caer en el cinismo en su significación desviada.

Al parecer nos ha inundado una suerte de ‘democracia morbosa’ donde ‘vivimos rodeados de gentes que no se estiman a sí mismas’ y lo peor de todo que quieren que las normas cambien aquello que constituye un tema de consecuencia, coherencia y convicción.