Niños desplazados juegan por primera vez en cancha sintética

CALZADO. En la puerta de ingreso a la cancha sintética los niños dejaron sus zapatillas para ingresar a jugar descalzos.
CALZADO. En la puerta de ingreso a la cancha sintética los niños dejaron sus zapatillas para ingresar a jugar descalzos.
DIVERSIÓN. Los seis menores de edad, jugaron hasta cansarse. Tuvieron que parar para recibir atención médica junto a sus familiares y controlar su estado de salud.
DIVERSIÓN. Los seis menores de edad, jugaron hasta cansarse. Tuvieron que parar para recibir atención médica junto a sus familiares y controlar su estado de salud.
REFRESCO. A todos los desplazados, la mañana del viernes, previo a la atención médica se les ofreció bebidas hidratantes.
REFRESCO. A todos los desplazados, la mañana del viernes, previo a la atención médica se les ofreció bebidas hidratantes.

Cinco pares de zapatillas de diferentes modelos, quedaron en el ingreso de la puerta a la cancha sintética. Los dueños, menores de edad, que por la emoción de jugar en ese tipo de espacio, no les importaron chutear el balón con los pies descalzos. Solo un sexto niño, jugó con las zapatillas de llevaba puesta.

Se los notó muy emocionados desde el primer momento que pisaron el gramado sintético, ya que nunca antes lo habían hecho, debido a que en su tierra natal, la comunidad de El Pan, parroquia Mataje, frontera entre San Lorenzo y Colombia solo lo hacían sobre a tierra. En cambio, ahora lo hicieron hasta cansarse.

Los niños se tiraban al piso para saber cómo se siente caer sobre el césped sintético. Luego uno hizo de arquero, mientras los otros lanzaban pelotazos al arco. Era una verdadera fiesta para aquellos que horas antes estaban cerca de la línea de fuego originada entre grupos de civiles armados y militares.

Olvidar la violencia

Después de unos 10 minutos de calentamiento, decidieron jugar un partido, para lo cual se dividieron en equipos de tres, equitativamente: dos grandes y un pequeño.

‘Hijo venga, cuidado se va a golpear”, gritaba una madre a uno de los más pequeños, quien atraído por el ‘poder’ de un balón de fútbol, se fue a ‘pelotear’ con otros muchachos que le doblan su edad, mientras su mamá se quedó sentada sobre los graderíos del espacio deportivo ubicado al costado izquierdo de la entrada a la ciudad de San Lorenzo.

La abuela materna mayor de 50 años intercedió: “déjalo que se divierta, quizás así olvida el trauma que estamos viviendo”. Ellos dejaron casas, negocios y tierras, obligados por la violencia que se vive en donde han vivido toda la vida.

Atención médica

“Por favor agruparse para empezar con la brigada médica”, gritó una funcionaria de la Unidad de Gestión de Riesgo del Municipio de San Lorenzo, lo que hizo paralizar el partido de los niños, quienes sudados salieron de la cancha y llegaron al techado donde funciona un bar para quienes van a realizar deporte en la cancha sintética ‘Fútbol 7’, de Eduardo Suárez.

EL DATO
Hasta el viernes eran 312 personas que habían salido de El Pan. Solo ocho familias se negaron a abandonar sus casas.Agua helada, gaseosa e hidratante se les ofreció a los deportistas y a sus familiares que se congregaron en ese lugar para recibir atención médica. En los extremos de una mesa, se ubicaron dos médicos; una mujer que atendió a los niños, y el varón, a mujeres y hombres.

A un costado estaban dos paramédicos que registraban y vacunaban a las madres de familia contra la influenza. “De esta forma ayudamos a las personas que salieron de la frontera por los problemas que son de conocimientos público, les adecuamos un albergue pero no quisieron estar allí; decidieron ir a las casas de familiares, pero les hemos dado alimentos y ropa”, informó la representante de Gestión de Riesgo Municipal. (DLH)

Quieren vivir

en San Lorenzo

El dirigente de la comunidad El Pan, Egardo Caicedo, dijo que no aceptaron estar en el albergue por las incomodidades y por no estar acostumbrados, pues, nos tendrían privacidad.

Reveló que todos los días se autoconvocan en la cancha deportiva para conversar y delinear los pasos que llevaran adelante para tener una solución habitacional, además, para que niños y adultos realicen deporte como lo hacían en la comunidad fronteriza.

“Muchos compañeros me han comentado su deseo de no retornar a El Pan por lo peligroso que se ha vuelto, por ello, vamos a proponer al Municipio, nos adecente un lugar en la ciudad de San Lorenzo y se nos construya a través del Miduvi un plan de vivienda; se nos debe considerar como reubicados por la violencia en la frontera”, anunció el Dirigente fronterizo.

Para saber

El uso de la cancha y los refrescos que se sirven los desplazados de la frontera norte, los pagó el Municipio de San Lorenzo.