Mediante un oficio de la Superintendencia de Compañías, el incautado canal Gamavisión fue notificado del inicio de un proceso de disolución en su contra. Según el documento, hubo requerimientos que no fueron presentados por la empresa. Puntualmente: el Libro de Actas de Juntas Generales y sus expedientes.
Javier Bustos, analista tributario, explica que este proceso no significa que la empresa deba ser cerrada o que haya sido declarada su clausura, sino que le dan un plazo para subsanar cualquier requerimiento. “No significa que esté en quiebra o que ya debe cerrar, sino que la empresa debe igualarse en todas las cuentas”, explicó. “Caso contrario, el siguiente paso es que vaya un liquidador a cerrar todas las cuentas, pagar a los trabajadores y, finalmente, cancelar la empresa”.
Lo que sigue
Sin embargo, el propio texto establece que ya se ha nombrado un liquidador. El experto justifica su análisis en el Art. 374 de la Ley de Compañías. Que indica que cualquiera que haya sido la causa de disolución, la empresa puede reactivarse hasta antes de la cancelación de la inscripción de la compañía en el Registro Mercantil, siempre que se hubiere solucionado la causa que motivó su disolución y que el Superintendente considere que no hay ninguna de liquidación.
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observaciones motivaron esta decisión. “La empresa tiene la oportunidad de justificar y subsanar la causal de la liquidación y luego reactivarse normalmente”, dice Bustos. “Los resultados dependerán de la posición que asuma la Gerencia”. Este Diario intentó comunicarse con los representantes del canal para conocer las medidas que tomarán al respecto; sin embargo, hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta. (LGP)