Juan Sebastián Jácome comparte sus ‘Cenizas’, su más reciente filme

ACTRIZ. Samanta Caicedo es Caridad, un volcán por explotar.
ACTRIZ. Samanta Caicedo es Caridad, un volcán por explotar.
Actor. Diego Naranjo interpreta a un padre artista.
Actor. Diego Naranjo interpreta a un padre artista.

El cineasta ecuatoriano Juan Sebastián Jácome presenta su más reciente película en el Miami Film Festival.

Hay un sentido clave que cruza a la película: el silencio. ¿Concibió esa figura como un refugio, como un mirar a otro lado, como una acumulación de voces que algún momento estallarán?
La película trata sobre un tema de violencia doméstica y este es el reencuentro de un padre con su hija después de 15 años. Ella fue una víctima indirecta de la forma en que fue tratado ese tema, es decir, desde el silencio. Me interesa explorar el hermetismo con el que son tratados los temas de violencia en sociedades conservadoras como en la que yo crecí, en Quito. El silencio se volvió un tema del cual me agarré para tomar muchas decisiones creativas, como el diseño de sonido de la película. Tienes unos ambientes en que, aprovechando que está erupcionando un volcán y que todo el mundo está refugiado en su casa, el sonido de ambiente es casi cero.

El silencio no es una ausencia de voces. Es muy elocuente. ¿Cómo juega esta idea con otro factor clave de la cinta: un volcán que está acumulando energía, que ruge, brama?
El volcán es la metáfora de la presión que ha crecido en esta chica durante 15 años hasta que en algún punto tiene que explotar. Eso creció en silencio, como en un volcán. El silencio es parte del lenguaje cinematográfico. Esto se dio orgánicamente, porque siento que para luchar contra la violencia tenemos que romper el silencio.

¿Cuánto pesa la figura de la ceniza en la historia? Es un elemento muy sensorial y evoca desintegración, desagregación…
Es un elemento narrativo que dicta un montón de decisiones en la película. Cuando cae ceniza, la luz cambia y tenemos un ambiente neblinoso. Es, sin embargo, un elemento pesado que recuerda a los personajes que tienen una carga atrás.

Diego Naranjo protagoniza a Galo, el padre. Samanta Caicedo da vida a Caridad. ¿Ella es otra ‘cosecha’ del InCine?
Ella es una actriz con mucha técnica. Tiene 24 años y se graduó del InCine. También protagonizó ‘UIO’. Esta es su segunda experiencia.

¿El nombre de Caridad es una casualidad o hay una referencialidad detrás?
No sé si sea una casualidad, pero Caridad como nombre va muy de cerca con la cultura de la cual el personaje viene: una cultura religiosa, con una mamá muy conservadora y como el tema de la caridad está tan apegado al catolicismo, me pareció un nombre adecuado.

¿Cómo, desde el guión, se retrata a una estructura social cada vez más deleznable, como la familia?
Caridad viene de un padre artista y de una madre conservadora. Allí nace el choque. La madre es un personaje importante de la película, pero nunca se la ve. Ella luchó por mantener una familia tradicional y no se le dio. Esa es su gran frustración. Galo, en cambio, es un artista y eso muchas veces implica poner el arte por encima de la familia.

Tras este caos, ¿qué espacios quedan para la ternura en la relación padre-hija?
Bastantes. No se han visto 15 años, pero ese cariño está intacto. Es un amor doloroso. Ella quiere a su padre quizá de una forma en que no lo quisiera querer. Para ella sería más fácil desapegarse y seguir con su vida. Pero hay un sentimiento que no lo permite y, más bien, genera este acercamiento. Galo es dual, con un lado muy oscuro y otro muy tierno. Para mí fue importante desarrollar a fondo esta ternura.

Ningún monstruo es unidimensional…
El ser humano es complejo y a mí no me interesa apuntar con el dedo diciendo que este es un villano, sino mostrar la complejidad de cada quien.

Perdón por el ‘spoiler’, pero ¿qué circunstancias los separan y qué les vuelve a unir?
Les separa una ola de sospechas y acusaciones al padre sobre la media hermana de Caridad. Y los une el hecho de que el Cotopaxi tiene una explosión que anuncia una erupción grave. Caridad vive en una zona de riesgo y se ve aislada en su casa y no tiene otra opción que acudir donde su papá para refugiarse.

¿La relación con Andrew Hevia, el productor de ‘Moonlight’ y también de ‘Cenizas’, fue inicialmente académica?
Sí, estudiamos juntos en Florida y venimos trabajando desde hace años. Mi primera película, ‘Ruta de la luna’, que es panameña-ecuatoriana, tuvo un estreno en Florida y ahí lo volví a ver. Fue en 2012. Desde ese reencuentro hemos estado desarrollando historias juntos y mientras esto ocurría produjo ‘Moonlight’. Luego vino a Quito a la filmación. Entonces el director del Festival de Miami vio un corto y nos invitó. Por eso se estrenará allí este mes. (IFP)

FRASE

Me interesa explorar el hermetismo con el que son tratados los temas de violencia en sociedades conservadoras”.