Gabriela Mistral es de aquellas figuras de las que se nombra mucho y se lee poco. Esto, pese a ser una de las catorce ganadoras del Nobel de Literatura, sin olvidar que fue la primera latinoamericana en obtenerlo -contando hombres y mujeres-.
Marjorie Agosín y Gloria Garafulich-Grabois, ambas miembros del Consejo de Asesores de la Fundación Gabriela Mistral, tenían claro aquella deuda histórica, por lo trabajaron el libro ‘De chile al mundo. 70 años del Premio Nobel de Gabriela Mistral’.
Esta obra fue presentada ayer en Quito, en La Estación, por parte de la Embajada de Chile, encabezada por Eduardo Tapia Riepel, y Ciespal, que estuvo representada por María Pessina.
Agosín, editora de la obra, compartió con la prensa e invitados pormenores de la obra, que es la única que conmemora la obtención del Nobel, en 1945, por parte de la chilena Lucila Godoy Alcayaga (1889-1957), mejor conocida por su pseudónimo: Gabriela Mistral.
Para la editora, Mistral es una de las escritoras por redescubrir, pues considera que en vida no contó con la relevancia que merecía por parte de su país, así como después no ha tenido la difusión que merecía.
“De Mistral hay que exaltar, como virtud, su preocupación por la humanidad, y no lo digo por la religiosidad. Ella era muy católica, como muy judía o budista”, comentó, sin olvidar que la poeta fue “una de las primeras escritoras que abordó el nazismo, el pueblo judío, el antiguo y el nuevo testamento”.
El libro reúne los telegramas que mantuvo una vez ganado el Nobel, una selección poética y varios datos como el que Ecuador fue uno de los principales postulantes de Mistral hacia el importante galardón. (DVD)