Citología, ecografía, mamografía y eco mamario son las pruebas que debes realizarte.
El Día Internacional de la Mujer es un buen momento para hablar de los cuidados permanentes de la salud. En ese sentido, el jefe de la unidad de ginecología del Hospital Carlos Andrade Marín (HCAM), Diego Hernández, informa los procedimientos a seguir de acuerdo con la edad cronológica (pubertad, adolescencia, etapa fértil, climaterio y menopausia) y la realidad personal según cierto tipo de condiciones, sobre todo familiares.
Cada mujer es un mundo diferente, afirma el médico, quien asegura que el control se enfoca en las mamas, el útero y los ovarios, porque son tres de los cuatro órganos en los cuales se produce cáncer con más frecuencia y que son de manejo ginecológico. Otro tipo de cáncer que afecta a las féminas es el de colon.
El papanicolau
El inicio de la revisión ginecológica -dice Hernández- comienza con un papanicolau, inmediatamente después de que la mujer haya iniciado su vida sexual, sin importar la edad. Se debe realizar todos los años, porque a través de esta prueba se define si las células del cuello del útero o la vagina están normales o alteradas. En caso de encontrar alteraciones, hay que hacer una colposcopía, mediante la cual se obtiene una muestra de tejido que es estudiada por el patólogo. Él establecerá un diagnóstico de células y dará el tratamiento correspondiente de ser necesario, agrega el experto.
Atención a las mamas
El cáncer de mama es el número uno en la mujer a escala mundial, indica Hernández. Una mamografía y un eco mamario se debe hacer a partir de los 40 años independientemente de la vida sexual. En caso de antecedentes familiares con cáncer, los controles deben comenzar a los 35 años, porque en esas mujeres aumenta la posibilidad de tener la enfermedad siete veces más. Pero la obligación es la educación para aprender a realizarse un auto examen en casa todos los meses después de 8 a 10 días de haber iniciado el ciclo menstrual, para reconocer cambios y anormalidades.
La mamografía busca alteraciones, nódulos, zonas estrelladas, microcalcificaciones… Con el eco, dice el experto, se verifica o aclara los resultados de la mamografía y permite mirar si hay una masa o no, si es sólida o líquida, si tiene o no circulación. Estas dos pruebas son un complemento, especifica el médico. (CM)
Los ovarios
° Los ovarios, que son órganos intraabdominales, son sujetos de desarrollar cáncer, quistes, ovarios poliquísticos… La forma de hacer un diagnóstico es a través de la ecografía que ayuda a ver el cuerpo del útero y saber si hay tumores, miomas o pólipos; a establecer si hay quistes, masas o tumores y observar el estado de las trompas de Falopio.
“Estos exámenes no son opcionales. Son parte del control”, aclara el ginecólogo Diego Hernández.
Tras el VPH
° El Virus del Papiloma Humano (VPH) es la enfermedad de transmisión sexual de mayor distribución a escala mundial y la que más fácilmente se contagia, señala Diego Hernández, ginecólogo.
Explica que ni el papanicolau ni la colposcopia diagnostican el VPH que tiene más de 100 cepas diferentes y de entre ellas la 16, 18, 31, 33, 52, 58 están relacionadas con el cáncer cervicouterino y las otras ocasionan otros problemas como las verrugas genitales.
En la actualidad hay pruebas específicas de biología molecular como el PCR por secuenciación, que permite detectar el ADN del virus dentro de las células y prevenir sus consecuencias. El VPH tiene un desarrollo lento y deben pasar 5, 10 o 20 años para que una mujer pueda o no hacer cáncer.
La tercera etapa de la vida
° Los controles ginecológicos y los exámenes médicos deben continuar aún cuando la mujer esté en el climaterio y la menopausia. Los 3 a 5 años primeros de esta etapa son ‘los años de oro’ para conseguir que el impacto del paso “de la edad fértil a la edad adulta” tenga la menor repercusión en el organismo, manifiesta el ginecólogo Diego Hernández.
Se hace el papanicolau cada año hasta cuando la mujer cumple los 65 años y después de esa edad la recomendación es cada tres años por lo menos. La mamografía se continuará realizando y se añaden otros procedimientos como la densitometría ósea para saber si hay o no descalcificación de huesos, exámenes metabólicos que permiten conocer cómo están las hormonas, el colesterol, los triglicéridos; hacer evaluaciones del funcionamiento del hígado, los ojos, los oídos, el corazón…