Se van de pícnic

SHOW. La banda durante una presentación en vivo. (FOTO: Cortesía José Fabara)
SHOW. La banda durante una presentación en vivo. (FOTO: Cortesía José Fabara)

CARLO CELI
Una vez más llega tarde, es la segunda ocasión que entrevisto a Felipe Le, líder y vocalista de la agrupación ecuatoriana La Máquina Camaleón (LMC), pero esta vez tiene una buena excusa: se quedó dormido.

Me río, pero agradezco su sinceridad y le perdono porque me cuenta que su falta de sueño se debía a que la noche anterior había tenido un gran concierto con un colega músico argentino. La buena música vale cualquier sacrificio.

Y es que Felipe Le no para, así lo ha demostrado durante todos estos años en los que con su banda ha logrado cosas que a otras agrupaciones ecuatorianas les ha costado años o hasta décadas. Esta vez consiguieron entrar al Festival Estéreo Picnic (FEP).

La popularidad de La Máquina, dentro y fuera del país, es algo que hay que tener en cuenta con este ‘frontman’ que sobre el escenario se ‘come’ al público y se entrega camaleónicamente.

Entre festivales
La historia de cómo Felipe y La Máquina lograron ser parte del ‘line up’ del FEP se remonta a 2015, luego de su paso por el festival Hermoso Ruido, allí conocieron a Philippe Siegenthaler, uno de los curadores del Picnic, quien los escuchó y luego les llamó para que sean parte de los artistas de este año.

“Primero le dije que no, pero luego Philippe me dijo ‘¿estás seguro?’ y en ese rato le dije que sí, que de una y acepté”, cuenta Felipe.

¿Qué significa para ti salir a festivales con la banda?
Para mí es algo que nunca lo vi venir tan pronto. Es un ‘shock’ saber que las cosas pasan tan rápido. Recién desde hace dos semanas estoy asimilando lo que va a pasar. Es una locura y creo que también me pregunto ¿por qué nosotros? Creo que hay otras bandas increíbles (en Ecuador) pero gracias a toda la escena actual se ha dado. Es una construcción de años y de otras bandas. Por ejemplo, antes era impensable tocar en lugares como Paute y se llene de gente, no es solo el festival sino que todo me motiva a seguir haciendo esto.

El año pasado te alejaste de los escenarios ecuatorianos y de LMC y te fuiste a vivir a Argentina por algunos meses. ¿Cómo fue ese proceso de retomar todo a tu regreso?
Luego de presentarnos en Lollapalooza, para mí llegamos a un tope con (La Máquina Camalón) y dije que quería descansar. Es más, toqué un poco como solista pero necesitaba de descanso. Habíamos girado sin parar desde 2014 hasta 2017 y nunca tuve un tiempo de ‘chill’ (relajación). Fue bueno porque también compuse un montón y tengo canciones para un nuevo disco. Cuando regresé también estaba con ganas de cambiar un poco el show que teníamos. Con el Picnic se volvió a disparar todo y nos metimos de nuevo de cabeza.

¿Te costó volver?
No tanto. Sí tenía ganas y extrañaba esto.

¿Cuál fue la respuesta del público con tu segundo álbum ‘Amarilla’?
Salió el año pasado cuando estaba en Buenos Aires y lo toqué en un show como solista. Fue bacán porque la gente lo estaba esperando ‘full’. Fue un proceso de dos años, entre estar girando y grabando. Para mí ya es un disco viejo y sí te renueva que la gente lo reciba desde cero.

¿En qué se diferencia ‘Amarilla’ con tu primer disco?
El primero fue grabado en dos semanas en una casa en Guápulo, el segundo durante dos años. Hubo una búsqueda totalmente diferente. Ahora estamos volviendo a eso de ‘el instante’, más como si fuera una foto que como un libro. El primero fue más impulsivo, el segundo es más pensado y trabajamos en que no sea lo mismo. Tenía que ser más contemplativo, en cierto modo.

¿Qué tienes pensado para tu próximo disco?
Los temas que tengo ahorita están más influenciados en un tipo de producción más dirigido a las máquinas, ‘drum machines’ en vez de batería, ser un poco más libre. El primero fue una banda de cuatro, el segundo fue una banda de cinco, quiero que este sea ago más libre. Por ejemplo, que una canción tenga arreglos de cuerda y ninguna guitarra o que tenga un piano pero ningún sintetizador. Creo que lo más importante que está pasando es que el Rodri (guitarrista) ya tiene una canción. La Máquina ahora va a quedar como una banda y yo quiero desaparecer un poco como solista y que sea más colectiva. Prefiero tener una maqueta y sobre eso grabar voces y melodías.

¿Cómo tomaron los demás estos cambios?
Quienes se quedaron conmigo en Buenos Aires lo aceptaron y dijeron ‘bueno, si se tiene que terminar se termina’ pero los demás se quedaron un poco en el vacío pero creo que era un momento de hacerlo.

EL DATO
Se presenta el 24 de marzo alrededor de las 17:00. Ese mismo día cierra Gorillaz como grupo principal.Algo que no me gustó de esos dos años en los que nos fue bien es que salíamos a tocar y ya estaba todo ganado, la gente estaba ansiosa de vernos y en cierto modo perdimos eso de que ‘tienes que ganarte al público’. Cuando pierdes eso, todo se hace muy fácil y hasta empeoras. Habían shows en los que tocábamos mal porque todo estaba ya hecho y ya sabíamos lo que iba a pasar.

¿Con el viaje recuperaste que habían perdido?
Sí. Eso de volver a armar todo como que si fuéramos desconocidos. El resto de la banda luego también entendió eso y de cierto modo ha cambiado. Les dije que si quieren meterse lo hagan de cabeza. Yo solté también eso del managment y ahora me puedo dedicar solo a la música.

¿Cambiaste el show en vivo para el Estéreo Picnic?
Un poco voy a intentar lo que hicimos en El Carpazo de 2016. Creo que ese fue el show más completo con guión y vestuarios y elementos. Ese ha sido lo máximo que hemos hecho. Vamos a tener una hora para tocar, es full. Antes del Picnic quiero que nos vayamos a la playa solamente a practicar, dormir, comer y ensayar.

Banda

La Máquina Camaleón

° Felipe Le (voz, teclados)

° Rodrigo Capelo (guitarra)

° Mateo Gonzáles (guitarra)

° Martín Erazo (bajo)

° Martín Flies (batería)