El ovillo

Eduardo Naranjo Cruz

La hecatombe dentro del movimiento gobernante no parece haber llegado al final. Todos los acontecimientos que afloraron gracias a la sutil jalada de la punta del ovillo, que inició la develación de los “papeles de Panamá” y que siguen, en gran parte, manteniéndose secretos. El país del istmo floreció intensamente en los últimos 25 años, gracias a su visión como paraíso, negada desde luego, pero los hechos mostraron a centenares de personajes políticos del mundo gracias a una filtración periodística que los “desclasificó”.

Aquí hoy nadie puede creer en inocentes en ningún nivel, cada cual sacó su parte en función de su ubicación. Hay documentos que aparecen y desaparecen sumados a un sistema de justicia que muestra grandes falencias, jueces y fiscales que no tienen ética alguna para cambiar veredictos de la noche a la mañana y otros aparecen en complicadas situaciones, dejando a los ciudadanos con la boca abierta, en tanto potenciales candidatos azuzan en las redes esperando su turno y llaman a las masas a las calles para terminar rápido con los malandrines. A través de los medios otros despotrican y llaman a las fuerzas armadas a que tomen ellos la decisión, asistimos a escenarios pavorosos.

¿Es la punta de un ovillo bastante enredado, oscuro y sucio, lo que apenas percibimos los ciudadanos comunes? ¿Podrá alguien desenvolver la madeja, para filtrar uno por uno y llegar a una posible verdad? ¿Será capaz un Consejo Ciudadano de abrir las puertas del infierno y mostrarnos contundentemente a todos los ángeles negros que engañaron a esta crédula sociedad? Desenrollar el ovillo requiere decisión, justicia, certeza, probidad, en definitiva, verdad sin restricciones así se derrumbe el cielo será la única forma para que los ciudadanos vuelvan a confiar.

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