Si bien fue cesado, su destitución se debió a un hecho anterior y no por sus ataques a la libertad de expresión.
Para muchos periodistas y perjudicados por el sistema sancionatorio que encabezó Carlos Ochoa los últimos cinco años, no es suficiente que el Consejo de Participación Ciudadana transitorio lo haya destituido, ejecutando una decisión tomada por la Contraloría.
Apuntan a la censura mediante juicio político, ya que la destitución se debió ‘solo’ a irregularidades cuando fue director de noticias de Gama TV, que lo inhabilitó para ejercer cargos públicos, y no por sus ataques a la libertad de expresión y la interpretación discrecional de la Ley que tuvo, según los criterios consultados, para sancionar a periodistas y medios.
Ana María Cañizares, periodista ecuatoriana de CNN, resalta la necesidad de la censura, para que exista una “sanción política y también moral” en contra del exfuncionario, que implique una señal de parte de la Asamblea Nacional de “retirarle la confianza”.
Esto luego de demostrar, en la sustanciación del proceso, sus violaciones que, según Cañizares, van desde procesos sancionatorios donde no se observó el debido proceso hasta el sesgo con el que actuó en contra de los medios privados que no se alinearon al discurso oficialista del Gobierno anterior.
Por su parte, el periodista Jean Paul Bardellini, corresponsal de la cadena NTN24, observa que la destitución de Ochoa, de la forma en que ocurrió, puede ser un intento de “blindar al sistema sancionador que ‘morenistas’, ‘correístas’ e incluso opositores querrán utilizar cuando les convenga”.
El reportero ve que solo la sanción mediante juicio político contra los abusos podría generar que la gente recuerde cómo se persiguió a periodistas y medios aplicando con direccionamiento político el sistema sancionador de la Ley de Comunicación, del que Ochoa era cabeza. Eso es, para él, lo grave, porque con ese sistema se habría intentado implantar “una sola tendencia, una verdad oficial, el silencio y la autocensura”.
Otros criterios
Martha Roldós, una de las activistas críticas de Ochoa, ya que se negó a tramitar su denuncia, piensa que el caso debe implicar la censura en la Asamblea, pero cree que, además, no se debe descartar que haya temas que puedan ir a la Justicia.
A Bardellini también le preocupa que con esta destitución se “queme tiempo sin hacer una reforma a la Ley de Comunicación”, algo que prometió el presidente, Lenín Moreno, en su campaña y la mayoría de partidos de oposición. “Han pasado nueve meses y nada, nos han ‘comido el cuento’. Nos han dicho que hay reuniones, pero nadie la quiere cambiar porque todos los políticos de este país saben que funciona como un instrumento de imposición de silencio y autocensura”. (MMD)
Algunos casos
El pasado de Ochoa
° En dos ocasiones, sancionó al caricaturista ‘Bonil’ por sus dibujos. A uno de ellos le aplicó parámetros de noticia, es decir le exigió contrastación y verificación de los hechos.
° Más de 40.000 dólares ha pagado en multas la radio Redonda, por 12 procesos sancionatorios contra los periodistas Luis Baldeón y Aurelio Dávila.
° No se tramitó una denuncia de linchamiento mediático interpuesta por la exasambleísta Martha Roldós, supuestamente por falta de copia de cédula.
° En 2017, sancionó a siete medios que no reprodujeron un pasquín de la articulista kirchnerista Cynthia García, publicado en Página 12, órgano de difusión de la expresidenta argentina Cristina Fernéndez. La Hora logró que su sanción se declare nula.
° La Hora sufrió sanciones por publicaciones de terceros, mediante contratación de publicidad y por, supuestamente, no cubrir la rendición de cuentas del alcalde lojano, José Bolívar Castillo.
° Teleamazonas fue sancionada por no reproducir un video que Ochoa envió en calidad de réplica a la asambleísta Lourdes Cuesta.