JOFFRE DAZA QUIÑÓNEZ
El nuevo Consejo de Participación Ciudadana, nombrado el miércoles 28 de febrero, que bien, encabezado por un distinguido patriota Julio César Trujillo, viejo luchador por las causas nobles de la patria, demócrata, honesto; otro designado el Dr. Xavier Zavala Egas distinguido profesional del derecho, impoluto; el coronel Hernández, héroe del Cenepa; el Dr. Macas, insigne representante de los pueblos y nacionalidades, en fin, todos representan al verdadero poder ciudadano, con amplia representación a la ciudadanía, militares, empresarios, académicos, pueblos y nacionalidades.
Totalmente de acuerdo que hayan vetado la nominación de Manuela Gallegos, quien fue dirigente Correísta y que por supuesto contaminaba la organización. Ahora a trabajar, señores no hay tiempo que perder, es urgente que empiecen a ejecutar inmediatamente los cambios, empezando por lo primero, realizar un sumario pequeño, para determinar las graves irregularidades cometidas por el Fiscal General, el Procurador, El Delegado de la Judicatura y Superintendente de la Supercom y cancelarlos procediendo a nombrar provisionalmente a personalidades de la sociedad civil de honor y experiencia que sí los hay.
El país tiene grandes expectativas en esta Comisión, ya está evidenciada toda la podredumbre de las instituciones del Estado, por tanto saben perfectamente que deben barrer a todos los funcionarios corruptos, especialmente aquellos mandos medios lacayos que se han prestado para el robo y perseguir a ciudadanos y periodistas por el solo delito de opinar en contra de los actos de corrupción del anterior régimen o denunciar las irregularidades.
La comisión no debe dejar de lado aquellos funcionarios de mandos medios acostumbrados a la venta y subasta de los cargos públicos, ahora es cuando se debe abrir una línea directa para que los ciudadanos que han sido perjudicados con sentencias injustas o venta de cargos denuncien y podamos descubrir una mafia que existe, pero que no se la ve, por cuanto obviamente la corrupción no entrega factura. Demandamos los cambios institucionales necesarios.