Matrimonio de dos culturas: ritual lleno de tradición

CEREMONIA. El ritual ancestral está compuesto por una corona de flores, varios elementos de las dos culturas y ofrendas que simbolizan la unión.
CEREMONIA. El ritual ancestral está compuesto por una corona de flores, varios elementos de las dos culturas y ofrendas que simbolizan la unión.

En Misquilli, Tungurahua, se realizó la boda de una indígena de la Sierra con uno de la Amazonía.

Redacción TUNGURAHUA

Dalia Sisa, de la comunidad Tomabela, y Jairo Tanguila, de Archidona, se conocieron en una pastoral juvenil de la iglesia Católica hace tres años.

Él le pidió que fueran novios, a lo cual ella respondio que sí. Después, acordaron que su unión lo harían con un matrimonio eclesiástico y uno ancestral, para honrar a sus antepasados.

Los jóvenes contrajeron nupcias en la comunidad Misquilli, parroquia Santa Rosa, en Tungurahua. Al sacerdote le regalaron ofrendas, como papas, cañas, plátano, vino y libros de catequesis, explicó Ángel Moposita, uno de los ancianos del lugar.

“En el tiempo que yo me casé hacíamos chapo con machica para los invitados, ahora hacen conejo, papas y chicha. Además, mi papá tocaba el arpa, pues no habían músicos”, contó.

Posteriormente, en las afueras de la casa de Dalia, se realizó la boda andina, que simbolizó la unión de dos espíritus, cuerpos y almas con la ritualidad del matrimonio ancestral. Se comprometieron dos culturas diferentes: Sisa es indígena de la Sierra y Tanguila es indígena de la Amazonía.

BAILE. Músicos autóctonos reciben a la pareja con cánticos en la puerta de la iglesia.
BAILE. Músicos autóctonos reciben a la pareja con cánticos en la puerta de la iglesia.

Elementos

El rito estuvo formado por una chacana o cruz andina, que simboliza los cuatro equinoccios del mundo andino: norte, sur, este y oeste. También una corona de flores, que representa el arcoíris y la naturaleza.

En el ritual hubo todo tipo de ofrendas: flores, frutas y plantas. Agradecieron a la madre tierra, con alimentos como la chicha, tanto de la Sierra como de la Amazonía, como una forma de comunicación con los ancestros.

Según Byron Jerez, de la comunidad Salasaca, también se da papas y chonta como símbolos de las dos culturas.

La ceremonia ancestral

Este tipo de matrimonio se realizó por primera vez con indígenas de distintas etnias. Por ser un ritual muy sagrado, fue conducido por Raymy Rafael Chiliquinga, oriundo de Salasaca y director de la escuela Inkarte, que promueve el fortalecimiento de los saberes ancestrales.

Los novios, conjuntamente con sus padrinos de bodas, fueron los protagonistas del ritual, mientras el ‘yachay’ (conocedor) dirigía la ceremonia, en la cual agradeció a dios o al Pachakamak.

Los novios representaban el agua y el fuego, la madrina simbolizó la tierra, como muestra de cultivo del matrimonio, y el padrino era el viento, quien se centró en apoyar el compromiso.

El ‘yachay’ amarró las manos de los novios con un fajín con rosas, simbolizando su amor, y les dio dos manzanas para que mordieran al mismo tiempo en señal de lo más dulce de la relación.

PERSONAJES. Las damas de los novios estuvieron divididas entre indígenas de Misquilli e indígenas de Archidona.
PERSONAJES. Las damas de los novios estuvieron divididas entre indígenas de Misquilli e indígenas de Archidona.

Posteriormente, el ‘yachay’ Chiliquinga les soltó y dos niños de la comunidad les entregaron su vestimenta tradicional. La novia se vistió con la ropa de la comunidad del esposo y el novio con la del pueblo de ella.

Dentro del ritual, se bendicen los elementos. No se busca solo la satisfacción sexual, ni emocional, sino la de valorar la forma de vivir de la pareja. Por ello, se intercambia la vestimenta, reveló Chiliquinga.

EL DATO
En los matrimonios, durante el imperio Inca, el sacerdote orientaba la ceremonia en cascadas, montañas o ríos, donde se encontraba el Pachakamak o dios.Finalmente, a los novios les pusieron coronas de rosas o ‘waytas’ que son sinónimo de unidad, pureza, amor y respeto. “Encontrar la pureza en nuestro corazón que no tiene raza, ni colores, sino el respeto a uno mismo, amando al prójimo como a mí mismo, esto es ser recíproco en la vida. Aceptamos una cultura mutuamente por respeto al Sumak Kawsay”, enfatizó el ‘yachay’. (EO)

Rescate cultural

° Para Dalia Sisa, indígena de la cultura Misquilli quien se casó con un indígena de la Amazonía, el matrimonio intercultural es valioso.

“Desde siempre he soñado en vivir un matrimonio intercultural, donde pueda revivir los valores de nuestros taitas. Por esa razón he quedado de acuerdo con mi pareja en que los dos debemos vivir un matrimonio propio para fortalecer nuestras tradiciones”.