Resurrección

Eduardo Naranjo Cruz

Cuando se creía que todos estaban muertos, de pronto comienza a levantarse el partido Social Cristiano, que dominó por al menos 25 años la política ecuatoriana con dirigentes autoritarios, que es lo que siempre desea esta sociedad, aunque luego se lamenta debido a su falta de educación política y la escasa credibilidad en las instituciones.

La no concreción política con la ultraderecha costeña determinó el triunfo de Alianza, avizoraron con claridad el futuro, pues de haber ganado la derecha el próximo turno iría hacia el centro o la izquierda, hipotéticamente hablando.

La estrategia social cristiana muestra un potencial liderazgo con el Alcalde de Guayaquil, que juró no ser candidato, pero lo será, esta vez conquistando previamente a la capital, para eso el municipio porteño captó de la astucia correísta el uso publicitario, así promueve a la querida Guayaquil por los medios de mayor penetración en Quito, mostrándose los grandes logros alcanzados por el puerto. Aparentemente es promoción turística, pero en el fondo es alta política, que podría darle el resultado deseado a ese partido de corte liberal, que parece ser el único sólido.

Para lograr esta meta solo faltaría convencer a la ultraderecha costeña, pero eso parece lejano, si lo logran será casi seguro que el candidato social cristiano llegue al poder, ya que por el otro lado con lo que se ve no parece existir liderazgo para convencer e integrar a las ciegas masas de la revolución.

En un mundo donde las utopías parecen haberse disuelto, los hechos concretos son un instrumento oportuno para un momento de tiempo, de allí que la estrategia social cristiana, salvo confrontación con la ultraderecha porteña, sería la potencial ganadora de 2021. La prueba inicial serán las elecciones del próximo año.

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