10 lecturas para aproximarse a la nueva poesía ecuatoriana

‘Kurdistán’
° Recientemente galardonado con el Premio Internacional de Poesía Margarita Hierro por su poemario ‘Cuaderno de Yorkshire’, el ambateño Juan José Rodinás es una de las voces más consolidadadas de la lírica nacional. ‘Kurdistán’ uno de sus últimos trabajos, surge de los testimonios de las guerrilleras kurdas que se enfrentan a los militantes de ISIS, en Siria. Así habita los no lugares y las fronteras.

‘Animal’
° La palabra y la ilustración se funden en el primer poemario, ‘Animal’, de Mariuxi Balladares, quien evoca a la animalidad en cada línea de sus poemas. La sorpresa es uno de los artefactos a los que apela la escritora, quien potencia al cuerpo desde la animalidad: un bamboleo entre lo apacible y lo violento.

‘Una naturaleza…’
° Andrés ‘Tush’ Villalba vendió su alma a la poesía y ha hecho de su propia vida todo un poema. Sobreviviente a todo ‘Soterramiento’, trae ‘Una natural tendencia a la desintegración’. Entre lo bucólico y lo alucinante, con este poemario sigue forjándose como uno de los autores más interesantes de nustra lírica.

‘Registro de la Habitada’
° Una grata sorpresa es la propuesta de Andrea Crespo Granda, premio Aurelio Espinosa en 2016. Con este poemario confirma que la desmemoria puede registrarse: un road movie de un cuerpo que en el trayecto termina desmembrado.

‘Pájaro de nunca volver’
° En la obra de Mario Campaña todos terminan reconociéndose porque las alas de su vuelo nos aglomeran. Más allá del destino, o si se es migrante, el autor sabe que todo viaje termina afectando al individuo. Una obra delirante que recientemente se llevó el Premio Jorge Carrera Andrade.

‘El ciclo de las piedras’
° Con menos de 30 años de edad, Mónica Ojeda es uno de los grandes referentes de la literatura ecuatoriana. Maestra de la narrativa, publicó este poemario que se llevó el Premio Desembarco de Poesía Emergente 2015. Su lírica, al igual que su narrativa, son registros de honestidad brutal.

‘De un solo tajo’
° Ni un buche de buen vino puede apaciguar la melancolía. El sabor amargo de un adiós y cuando la noche se convierte en la atmósfera para vivir lo más extremo en un minuto, son parte de este recorrido de Santiago Vizcaíno, quien a la tristeza le dice ¡salud! Un poemario que rememora aquello que jamás sucedió.

‘Escritora de viaje’
° Gabriela Ruiz es poeta, y Madame Ho es poesía: una unidad que transita en pasado y presente para mapear a una cartografía humana tan desoladora como el caminar por esa filosa navaja llamada frontera.

‘Emboscada’
° César Eduardo Carrión produce una ‘Emboscada’ en el lector, quien difícilmente quiere escapar de sus versos. Un poemario donde se le hace frente a la muerte, es decir, al olvido. El lenguaje, su codificación y decodificación, como mejor aliada para retornar al origen.

Compilación
° ‘Cierta manera de la luz sobre el cuerpo’ recoge (casi) la totalidad de la poesía de Aleyda Quevedo Rojas, quien lleva tres décadas en el panorama lírico nacional. La poeta, tan honesta como sus versos, muestra sus aciertos y bemoles en una voluminosa obra.