Lo lindo: la cercanía de sus habitantes con los colombianos. Lo feo: el riesgo y la falta de obras en el sector.
Redacción LA HORA Y EFE
Es una parroquia fronteriza por excelencia y está en San Lorenzo, Esmeraldas. Separada de Colombia solo por las todavía cristalinas aguas del río Mataje, cuyo lecho en algunos espacios no supera los 10 metros de ancho y en otros llega hasta 20. En tiempos de sequía, uno puede pasar caminando del lado ecuatoriano al colombiano.
Este pequeño poblado, de 1.500 habitantes, a 20 minutos de San Lorenzo, ha sido el receptor de todas las miradas esta semana, tras el atentado terrorista que dejó tres militares muertos.
A un kilómetro de la población, hacia la carretera principal, se encuentra el destacamento militar con un control de ingreso y salida de personas.
“El problema está en que, por el Estado de Excepción, a los habitantes que quieren salir en horas de la noche no les dejaban pasar”, aseveró el presidente del Gobierno Parroquial, Jairon Cantincuz.
Los moradores expresaron que a Mataje se la ha considerado una parroquia sin derechos, relegada por décadas, obligando a la población a vivir sin transporte, sin telecomunicaciones, fuentes de trabajo y otras necesidades insatisfechas.
Tradicionalmente, los habitantes de Mataje, con elevado porcentaje de colombianos, han vivido de la agricultura, la ganadería, la pesca, el turismo y el comercio. Tienen acceso a Colombia tanto por el mar, a través de la desembocadura del Mataje al océano Pacífico, como por tierra de manera directa.
Cantincuz informó que se gestionan algunas obras, como el mejoramiento del sistema de agua potable, alcantarillado, aceras y bordillos, además del asfaltado de las calles del pueblo. Sin embargo, son obras que debieron ser entregadas en febrero del año anterior.
Mataje tiene nueve recintos. La población reclama un sistema de seguridad que incluya mayor comunicabilidad, alumbrado eléctrico, presencia del 911 e instalaciones para Internet y comunicación móvil o por celulares.
Para llegar a los recintos de esta norteña parroquia se cuenta con caminos vecinales de tercer y cuarto órdenes, en malas condiciones. En invierno se debe caminar de 4 a 6 horas para llegar por ejemplo a La Cadena, El Pan, Mataje Alto, Campanita…
‘No es zona de guerra’
La vicepresidenta, María Alejandra Vicuña, negó ayer, desde Guayaquil, que el sector sea una “zona de guerra”. Justificó su respuesta en que desde hace mucho tiempo hay control militar.
1.500
habitantes tiene esta parroquia. “Hay un Estado de Excepción y se han redoblado las medidas de seguridad para garantizar la seguridad ciudadana”.
“Hemos impulsado el proceso de paz con Colombia y tenga la plena seguridad de que luego de los acuerdos de paz hay consecuencias y de una u otra manera nos puede afectar”, agregó.
Declaró que la eliminación de la Secretaría Nacional de Inteligencia (Senain) no implica eliminar los mecanismos de inteligencia. “Estos serán reforzados para prevenir y alertar los delitos y tener elementos convincentes”, sostuvo.
La reunión binacional
La reunión de la Comisión Binacional de Frontera entre Colombia y Ecuador, que se celebrará hoy, tendrá un carácter operativo y como objetivo que la región limítrofe “sea segura”, dijo ayer el ministro colombiano de Defensa, Luis Carlos Villegas.
20
minutos la separan de San Lorenzo.Al encuentro acudirán los directores de Policía de cada país, de los comandantes de las Fuerzas Militares, así como los viceministros de Defensa y el viceministro del Interior de Ecuador, detalló Villegas en una rueda de prensa.
Para la Policía colombiana, la hipótesis más probable sigue siendo que el atentado fuera perpetrado por un grupo de disidentes de las FARC bajo el mando de un hombre conocido por el alias de ‘Guacho’ que, según recordó Villegas, es ecuatoriano.
Viejas prácticas guerrilleras
° El Gobierno ecuatoriano ha destinado 14 millones de dólares para enfrentar la crisis en la frontera norte. Para el exministro de Defensa Oswaldo Jarrín, hay una cuestión clara: Ecuador se enfrenta al terrorismo. “Son actos de terrorismo, por la crueldad, por el terror que siembra, siempre están manejando sicológicamente a la población”, comenta. “Están logrando objetivos políticos, por eso se caracteriza el terrorismo, no son actos solamente vandálicos”.
EL DATO
Los habitantes de esta zona incluyen a representantes de la nacionalidad awá.Además, advierte que son actos ligados a las fuerzas irregulares de grupos organizados, en muchos casos disidentes de las guerrillas, “que pretenden establecer el control en la población y el territorio”.
Una prueba de esto, dice Jarrín, es que el primer atentado del 27 de enero fue alertado a la población, según algunas versiones. “Desde que están alertando a la población están ejerciendo control sobre ella. Les hicieron salir de las casas”.
En ese sentido piensa que “el peor error” sería evacuar la zona, pues eso sería cooperar con los guerrilleros y terroristas. Piensa que lo correcto es recuperar el control con una sola autoridad que emplee correctamente la capacidad militar de Ecuador, con la orientación política adecuada. “Las Fuerzas Armadas están suficientemente preparadas, tienen el conocimiento, el entrenamiento y la capacidad para un empleo militar en este tipo de operaciones”, dice.
Jarrín tiene dudas sobre si hay una política de defensa clara y no solo un conjunto de acciones aisladas, que son las reuniones de los ministros, los gabinetes binacionales, el anuncio de recursos. “En este momento hay un caos, habla el comandante de la Policía, el comandante del Ejército, el Ministro de Defensa, el Ministro del Interior, no hay un mando centralizado en la frontera norte”. Pide al Gobierno una comandancia única que enfrente la crisis y que responda directamente al Presidente de la República.
Mataje
Sus recintos
° Campanita
° Las Delicias
° Valverde
° Mataje Alto
° La Cadena
° Labores Agrícolas
° El Pan
° Caraño
° Excabecera parroquial Mataje