Taxistas advierten que llegó la ‘Hora Cero’ para rechazar Uber y Cabify

DEMANDAS. Oswaldo Lara, conductor profesional, presta servicio en el sector de la Dammer.
DEMANDAS. Oswaldo Lara, conductor profesional, presta servicio en el sector de la Dammer.

El gremio aduce que sus ingresos se han reducido más de un 50% y señalan culpables.

El gremio del taxismo regular anuncia que está próximo a llegar a lo que ha denominado como ‘Hora Cero’. Se trata de una manifestación en rechazo a la proliferación de taxis ilegales que, según dicen, se da desde que aparecieron las aplicaciones Uber y Cabify.

Para mañana tienen planeado organizar plantones en cada cooperativa e incluso pretenden llegar hasta el Ministerio de Transporte y Obras Públicas y el Municipio para exigir que efectúen operativos para frenar la informalidad del taxismo en la Capital.

Carlos Santos, dirigente del gremio de los taxistas formales, aseguró que no se obstaculizarán vías y, si bien ratificó la medida de protesta, garantizó la operatividad del 100% de las unidades que trabajan en la urbe.

El dirigente argumentó que desde que aparecieron los nuevos sistemas de transportación que se gestionan a través aplicaciones desde teléfonos inteligentes vieron reducidos sus ingresos hasta en un 50%.

Consideró que se trata de una competencia desleal, pues, a su criterio, mientras los transportistas invierten dinero para cumplir con todos los requerimientos que exigen las autoridades de control, otras personas utilizan vehículos particulares.

Tarifas
Además, Santos indicó que entre las tarifas impuestas por los taxis formales y los que trabajan para Uber y Cabify existe una brecha enorme. Según dijo, mientras los vehículos amarillos cobran 5 o 6 dólares, el otro servicio lo hace por 3 dólares. “Nunca podemos superarnos porque hay una competencia informal con este tipo de tecnología”, indicó.

Calidad de servicio
Santos aseguró que el gremio del taxismo hace un esfuerzo por renovar las unidades y cumplir con las normativas vigentes que exigen las autoridades. Incluso, afirmó que algunos de sus compañeros adquirieron vehículos con sistema eléctrico para ahorrar combustible y contaminar menos el ambiente. También aseveró que existe un estricto control en la selección de conductores para garantizar el buen trato al usuario y el óptimo estado de las unidades.

La realidad
De eso también da cuenta Oswaldo Lara, quien lleva 22 años trabajando en una cooperativa del norte de Quito. “La competencia nos afectó mucho. No es por el alza de tarifas sino porque cualquier carro con una aplicación puede salir a las calles a trabajar. A nosotros nos ha costado tiempo y dinero tener este trabajo estable”, expresó.

15
mil unidades, aproximadamente, están registradas para ofertar el servicio de taxis en Quito.Reina Urresta, usuaria del nuevo sistema de transporte, explica que si existe un servicio que le ‘golpea’ menos el bolsillo, pues elegirá la opción que menos afecte a su economía. La servidora pública está conforme con el transporte que le ofrecen Uber y Cabify.

“Los carros son más limpios, nuevos y lo más importante cobran menos. Debería normarse su uso para que entren a competir esas unidades”, comenta.

Los conductores profesionales esperan que mañana los reciba alguna autoridad municipal o del gobierno para plantear todas sus inquietudes y encontrar una solución a sus demandas. (FLC)