El Gobierno sostiene que en la anterior administración hubo una actitud permisiva y un desmantelamiento de la fuerza pública frente a la escalada de violencia en la frontera norte. ¿Hay que regresar la mirada solo 10 años atrás?
La Hora sintetiza ocho momentos que muestran la infiltración del grupo irregular en territorio nacional. Entre ataques, asesinatos, robos, ‘acciones diplomáticas’, compras de inmuebles y estrategias de propaganda, las FARC mantuvieron una presencia activa en el país, con adecuados contactos, al menos desde 1987.
1987
Memoria de primeros ataques
Las primeras incursiones bélicas de las FARC en territorio
ecuatoriano datan de la segunda mitad de los años 80. Ataques focalizados a destacamentos militares para la sustracción de armamento, comunicaciones y elementos de logística se registran en la memoria de FF.AA. Este hecho recuerda Luis Aguas, excomandante general del Ejército, en entre-vista con revista Vanguardia.
Los destacamentos más afectados se tienden a orillas del río San Miguel, entre Cuembí, La Bermeja y El Conejo. El Ejército apuesta por reubicarlos y por patrullar desde Montepa hasta Teniente Rodríguez, último punto del territorio.
1991
Un nuevo blanco de estudio
Un ataque en Cuembí lleva a FF.AA. a analizar con más detenimiento la incidencia de las FARC en una porosa frontera de más de 700 km. Así lo rememora el coronel Patricio Acosta, exsecretario de la Administración en el gobierno de Lucio Gutiérrez (2003-2005) y una de las pocas voces que ha admitido haberse reunido en Quito con emisarios del conocido grupo irregular.
Los patrullajes permiten detectar cambuches y campamentos medianos en la frontera, particularmente en la actual provincia de Sucumbíos. La fuerza pública ecuatoriana detecta a gue-rrilleros colombianos ingresando de civil al país en busca de insumos.
1993
Víctimas colaterales
En el río Putumayo, en la zona de Montepa, un grupo combinado de militares y policías especializados del Grupo de Intervención y Rescate es emboscado por miembros de las FARC. Como resultado del ataque mueren 11 uniformados. Para entonces son detenidos 10 campesinos colombianos y un ciudadano ecuatoriano, acusados de ser los autores de la matanza.
Los 11 del Putumayo, como se conoció al grupo de campesinos, fueron torturados e incluso hubo violencia sexual. Recuperaron su libertad en febrero de 1996 y el Estado reconoció su responsabilidad en estos hechos.
1998-1999
La guerrilla será televisada
Las FARC emprenden un proceso de ‘relanzamiento’ de su programa político, una suerte de ‘perestroika’, con contactos nocturnos a candidatos presidenciales, líderes políticos, dirigentes sindicales y estudiantiles, especialmente de universidades públicas. Todos en Quito y la mayoría con Luis Devia, alias ’Raúl Reyes’. Producto de ello, equipos periodísticos son invitados a visitar los reductos de la guerrilla en selvas colombianas. Pero también en territorio ecuatoriano. Para entonces el Ejército colombiano alertó sobre un campamento en Sucumbíos para 150 personas. Uno de los populares ‘hoteles binacionales’.
2001
Los terroristas salen de compras
Para entonces ya era notoria la división del grupo irregular entre un secretariado aún ideológico y mandos medios hechizados por el negocio de la droga y con el único lenguaje de las armas. Pese a ello, las FARC siembran inmuebles en territorio ecuatoriano, con una casa amplia en el sector de El Labrador, al norte de Quito; otra más modesta en Puembo, una villa en la playa esmeraldeña de Atacames…
Se trata apenas de un ápice del centenar de inmuebles que, según la Fiscalía General de Colombia, la guerrilla, particularmente el Bloque Sur, tendría en Ecuador.
2002-2004
Felicitación y ‘traición’
12 minutos. Eso duró, en 2002, la reunión de Rodrigo Granda, ‘canciller’ de las FARC, con el entonces candidato a la presidencia Lucio Gutiérrez. Lo reconoce Patricio Acosta, quien fuera después secretario de la Administración de su Gobierno.
Ese mismo año, el 28 de noviembre, las FARC hacen pública su carta de felicitación al coronel Gutiérrez por haber ganado las elecciones. En 2003, varios de los contactos de la guerrilla ocupan cargos en el nuevo gobierno.
La ‘buena racha’ termina. El 2 de enero de 2004, Simón Trinidad, cuarto en línea de mando de las FARC, es capturado en Quito y deportado a Colombia.
2005-2008
La cuerda se rompe en Angostura
La violencia crece. 22 uniformados ecuatorianos mueren en 2005 en un ataque de las FARC en Teteyé. Dos años después, el Ejército destruye 25 instalaciones de guerrilleros. Hay cruces de balas en la zona de Yanamaru. Y el país conoce que entre 2000 y 2007, 477 personas fueron asesinadas en Ecuador en acciones vinculadas a las FARC.
Para entonces, Vanguardia, con base en fuentes militares, do-cumenta extensamente las décadas de presencia de la gue-rrilla en el país.
Tres meses después de la publicación, el primero de marzo de 2008, el campamento de Angostura, en Sucumbíos, es bombardeado. Mueren Raúl Reyes y 24 personas más.
2008-2018
Los capos de las disidencias
La muerte de los cuadros Manuel Marulanda, Raúl Reyes, Alfonso Cano y Jorge Briceño dejan a las FARC libradas a la suerte de mandos medios vinculados con las rutas de la droga, las armas y el crimen organizado.
Tras la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno colombiano y las FARC hay plena conciencia de que no menos de 500 te-rroristas no se acogen a dicho proceso y se articulan en grupos armados organizados con interacción con grupos delincuenciales ecuatorianos.
En esa línea se identifican los atentados en Esmeraldas en lo que va del año, atribuidos al grupo de Walter Arízala, alias ‘Guacho’, uno de los disidentes de las FARC.