Tozudez

CARLOS TRUJILLO SIERRA

Piense y reúna insistencia, persistencia, rabia, llantos, siga insistiendo y zapateando y tal vez llegue a la tozudez o si usted prefiere decir a la terquedad o empecinamiento. Para bien -y en muchísimos casos para mal- sólo así se logrará cambiar algo o a alguien. Un ejemplo, las ansias de los Espinoza: Richard, Augusto y María Fernanda (y otros más) por mantenerse en el candelero de la fama y todo el rechazo por parte del pueblo ecuatoriano. Un ejemplo positivo, la bendita tozudez de la Comisión Cívica Anticorrupción enfrentando los berrinches del que ya se fue y que con buena plata acumulada sigue en conferencias, entrevistas y twits que suenan tal como lata vieja.

Quisiera contagiar mi rechazo informado al pobre y patético empleado o alto funcionario o representante popular y expertos que no pueden hilvanar una frase lógica y correcta, que usan palabrotas -herencia del correísmo arrogante. Ministros, asambleístas y expertos: No se cambian las “reestructuras”, se hacen reestructuraciones. En Argentina y México, pueden hablar como les dé la gana, pero en nuestro medio, desde hace 40 años, y constantemente decimos “el paro o los paros de la refinería” o de otras instalaciones y no las “paras” de hoy día.

Recuerde y acepte que “los paros” siempre fueron en masculino (dejémosle a Maduro con sus penas y penes), del uso generalizado del idioma, no solo en Carondelet, se infiere que “los paras” siempre se refirió a los paracaidistas y luego a lo paramilitar, paraolímpico, y más y más. Dejemos que en otras partes -EE.UU.-, frontera mejicana, Puerto Rico hablen spanglish (ni español ni inglés) y que digan las subas “nosotros seguiremos diciendo las subidas de precios”.

Aunque me repita, la ignorancia se arraigó en el sector educativo y didáctico de nuestro aparato educacional. Adiós discusiones, adiós debates, adiós análisis lógicos. La enseñanza del Inglés se fue al diablo con Correa y sus lacayos. Hace ya 20 años funcionaba con el apoyo del gobierno británico el proyecto Craddle para la enseñanza del Inglés con textos elaborados, graduados y adecuados a nuestras geografía, historia y saber vivir, un proyecto digo que paulatinamente mejoraba a nuestros docentes y enseñaba a nuestros estudiantes.

Por lo que se ve y se oye en la TV, los compinches de Correa robaron (r-o-b-a-r-o-n) como seis millones de dólares y estafaron a unos cientos de audaces y supuestos nativos hablantes (de Corea, Brasil, Argentina, México y otros) y los efectos de esta gracia gubernamental sigue y seguirán estafando a millones de niños ecuatorianos de día en día y por muchos años. Señor Presidente, por favor, bote a lo más hondo del barranco toda la inmundicia que hay en educación.

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